REMITEN LAS DENUNCIAS SOBRE SECUESTROS DE NIÑOS
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Las deuncias sobre desapariciones y presuntos secuestros de niños en España han descendido espectacularmente tras el hallazgo, en los últimos días, de los cadáveres de las pequeñas Ana María Jerez Cano, en Huelva, y Laura Domingo Alonso, en Burgos.
Un portavoz de la Dirección General de la Policía (DGP) declaró a Servimedia que aunque ha remitido la avalancha de denuncias y ha disminuido la psicosis de los padres, sigue existiendo "un clima de preocupación".
"Pese a la aparición de los cuerpos de las nñas y a que el Ministerio del Interior desmintió los rumores que apuntaban a la existencia de una supuesta red dedicada a traficar con órganos humanos, es lógico que permanezca esa preocupación", apuntó el portavoz oficial.
Una prueba de la crispación que causan en la opinión pública este tipo de sucesos es el intento de linchamiento, en la madrugada de ayer, del joven detenido en Huelva como presunto autor de la muerte de Ana María Jerez.
Cerca de 2.000 personas, que lanzaron piedras contra el eificio de la audiencia provincial, gritaron a los policías que custodiaban al detenido: "Dejadnos, simplemente queremos matarlo".
5.000 DENUNCIAS
Según datos de la DGP, la policía tramita cerca de cinco mil denuncias anuales por desaparición de menores de sus domicilios. La mayor parte de los casos son esclarecidos, ya que se trata de fugas voluntarias del domicilio familiar.
De las denuncias presentadas en los últimos diez años, sólo trece casos de menores en paradero desconocido continúan abirtos en la actualidad.
Entre éstos destacan el del "niño pintor" de Málaga y el del pequeño que desapareció misteriosamente en el puerto de Somosierra, en Madrid, después de que sus padres muriesen en un accidente de tráfico, al volcar el camión cargado de ácido en el que viajaban.
Sin embargo, muchas veces los policías que investigan estos casos se encuentran con que a pesar de estar convencidos de que los pequeños han sufrido un desgraciado accidente, no pueden demostrarlo, al no encontrar su cerpo.
"Las pesquisas son muy difíciles", según la policía, "porque un niño puede caerse por un terraplén y su cadáver quedar totalmente sepultado por la tierra. Si los cuerpos de las niñas de Huelva y Burgos hubiesen quedado atrapados por el lodo en el fondo de los ríos, no habrían sido encontrados nunca".
LAS TRES ULTIMAS MUERTES
El hallazgo de los cadáveres de las pequeñas Sonia González, Ana María Jerez Cano y Laura Domingo Alonso, las tres niñas desaparecidas en los meses de febrero y marzo ha "tranquilizado relativamente" a los padres españoles, que siguen recomendando a sus hijos que no se vayan con desconocidos.
El miedo a que los niños desaparecidos hayan podido sufrir un accidente o a que sean víctimas de algún tipo de abuso sexual, en especial en el caso de las niñas, son los principales ejes sobre los que se basan las denuncias de los padres.
Ana María Jerez fue la primera niña que desapareció misteriosamente este año, el 16 de febrero. El pasado sábado fue detenido en Huelv José Franco de la Cruz, acusado de haberla asesinado.
A principios de mes, el cadáver de Sonia González fue encontrado casualmente en Plasencia, su ciudad natal, por un joven que paseaba a su perro. Un primo de la pequeña, de 14 años, se confesó autor del crimen y fue detenido.
El cuerpo sin vida de Laura Domingo Alonso fue hallado el pasado domingo por un matrimonio en un río de Burgos. Las investigaciones policiales están centradas en el testimonio de dos amigos de la niña, con los que Laura etaba jugando cuando un desconocido le pidió que le acompañase a casa de unos familiares.
(SERVIMEDIA)
01 Mayo 1991
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