Esta es una de las conclusiones que recoge el Panorama Estratégico 2005/2006 que realizan el Instituto de Español de Estudios Estratégico, dependiente del Ministerio de Defensa, y el Real Instituto Elcano, y que fue presentado esta tarde en Madrid por el secretario general de Política de Defensa, el almirante José Torrente Sánchez.

El capítulo que analiza las relaciones entre España y Estados Unidos advierte de que, por parte de la potencia norteamericana, su valoración estratégica y política "no ha cambiado y no cambiará a corto plazo", en lo que respecta a España.

Puntualiza que "la desconfianza diplomática hacia el Gobierno español se mantendrá" dentro de los límites de las relaciones bilaterales, sin afectar a los foros y organismos multilaterales en que participan ambos países.

La situación entre ambos países se remonta, según el estudio, a las decisiones adoptadas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. Esto provoca que, desde la perspectiva norteamericana, España ocupe "un papel significativo pero limitado, en la proyección de Estados Unidos sobre Europa, el Mediterráneo y el Norte de África".

Las relaciones estratégicas de España, según el informe, se encuentran delimitadas por cuatro grandes ejes: la pertenencia a Naciones Unidas, la participación en la Unión Europea, a la OTAN y las relaciones bilaterales con Estados Unidos.

En este sentido, y a pesar de que la solidez de las relaciones entre EE.UU. y España es "poco discutible", las "discrepancias diplomáticas" surgidas durante 2004 continuaron en 2005, a pesar de que "los esfuerzos desplegados por ambas parte para distender esas relaciones fueron claras pero insuficientes".

Entre estos acercamientos destaca la visita del ministro de Defensa, José Bono, a Washington para entrevistarse con el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, o la aportación española en la ayuda tras el huracán Katrina del pasado verano.

Ninguno de estos gestos, apunta el estudio, ha conseguido el acercamiento entre el presidente de la Administración norteamericana, George Bush, y el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero. Ni siquiera han sido "suficientes" para que dialoguen Miguel Ángel Moratinos y Condoleezza Rice, jefes de las diplomacias de ambos países.

Sin embargo, en el Plan Estratégico se resalta que "hace ya años" que las grandes empresas españolas, en la producción de armamento, están integrada en complejos empresariales europeos o norteamericanos.

A pesar de este punto, las relaciones entre EEUU no tienen visos de mejora, sobre todo, tras la decisión del Ejecutivo español de "no incorporarse al Mercado Común de Armamento".

Según el Panorama Estratégico, esta decisión "explica sobradamente la reacción diplomática de Washington a la decisión española de venta de armamento al gobierno venezolano", debido a la larga tradición norteamericana en el terreno de la venta armamentística.

Por otra parte, el Panorama Estratégico también analiza la situación de España como consecuencia del "año de crisis sin paleativos" que ha sufrido la Unión Europea, según apuntó el Almirante José Antonio Balbás, director de este estudio.

Balbás hizo hincapié en que el año 2005 comenzó con una "perspectiva optimista" en el ámbito internacional, ya quehabía una "economía con pujanza"; se celebraron en enero elecciones en Irak; la muerte del líder palestino, Yaser Arafat, había propiciado acercamientos al fin del conflicto Israel-Palestina, y en octubre se ultimó la redacción de la Constitución Europea.

Sin embargo, todos esto se fue desmoronando, dijo Balbás, porque las circunstancias cambiaron tras los "noes" en referendum a la Constitución Europea, la reanudación del programa nuclear en Irán, la enfermedad de Ariel Sharon y la victoria de Hamas en las elecciones palestinas.