Doña Sofía llegó a Albarracín en helicóptero hacia las 11,30 horas de la mañana y su presencia en tierras de Teruel se prolongó or espacio de dos horas.

El edificio que alberga el Palacio Episcopal data del siglo XVIII y fue rehabilitado por los alumnos de la Escuela Taller de Albarracín.

En su interior, el palacio guarda numerosas piezas de orfebrería, así como obras de arte de incalculable valor, como la cruz procesional de Noguera de Albarracín, fechada en el siglo VII D.C., un pez de cristal de Bohemia del siglo XVI o un portafaz de plata, atribuído a Benvenutto Cellini.

Tanto en Albarracín como en fuentes del Goierno autónomo de Aragón, la visita de la Reina se interpreta como un apoyo incuestionable a que esta localidad, que cuenta con un impresionante patrimonio histórico artístico, sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Doña Sofía recorrió a pie la distancia que hay entre la Plaza Mayor y el Palacio Episcopal, deteniéndose en uno de los miradores de la localidad. Recibió de manos del alcalde, Octavio Collado, la reproducción en plata de las llaves del Ayuntamiento, así como una cerámica oiginaria de la zona.

Por su parte, el obispo de la diócesis Teruel-Albarracín, Antonio Algora, le entregó a doña Sofía un libro sobre el Palacio Episcopal y diversa discografía de música barroca del órgano de la catedral.