La región mediterránea tiene el mayor riesgo de degradación del suelo en Europa

MADRID
SERVIMEDIA

Los países mediterráneos de Europa producen una parte importante de vinos, aceitunas, frutos secos y tomates del mundo, pero las granjas y los huertos de esa región son los más susceptibles a la degradación y la desertificación en el continente, y esas amenazas son mayores de lo que se cree.

Así se recoge en un estudio elaborado por cinco instituciones pertenecientes al Instituto Real de Tecnología -KTH, por sus siglas en sueco-, la Universidad de Estocolmo (Suecia) o el Observatorio Ambiental Navarino (Grecia), y publicado en la revista ‘Science ot the Total Environment’.

El trabajo se basa en datos de la docena de países europeos que bordean la costa mediterránea y concluye que esa región tiene las tasas de erosión del suelo más altas y los niveles más bajos de materia orgánica terrestre de Europa, así como graves problemas de salinización

Debido a las presiones humanas y el calentamiento global, algunos suelos de la región mediterránea de Europa están alcanzando lo que los investigadores denominan ‘límites críticos de su capacidad para proporcionar servicios ecosistémicos’, que incluyen la agricultura y la absorción de carbono. Este problema podría ser mayor de lo que se cree, según Zahra Kalantari, profesora en el KTH y coautora del estudio.

La degradación del suelo es un problema multidimensional que involucra procesos físicos, químicos y biológicos, y existen brechas significativas en la comprensión de la profundidad y el alcance de la amenaza, según los autores.

Si bien algunos estudios han investigado los impactos económicos de la disminución de los rendimientos de los cultivos causados ​​por la erosión del suelo, aún faltan evaluaciones económicas de los impactos de otros procesos de degradación del suelo en el Mediterráneo.

Los investigadores apuntan a un estudio rumano de 2017, que identificó que un 25% de la tierra en la mitad de la cuenca mediterránea de la UE se enfrenta a un riesgo alto o muy alto de desertificación, principalmente debido a la erosión, la disminución de la materia orgánica y la biodiversidad, la contaminación, la salinización, el sellado (por ejemplo, por la construcción de carreteras o edificios) y la compactación de maquinaria agrícola y animales.

Muchos de los procesos de degradación física, química y biológica están bien documentados, mientras que otros no, como la pérdida de la biodiversidad del suelo. La abundancia de organismos y especies -como gusanos y hormigas- que proporcionan biodiversidad y enriquecen el suelo se encuentra amenazada por el agotamiento de la materia orgánica, la contaminación por pesticidas y de áreas urbanas e industriales, la compactación y la erosión, según el estudio.

(SERVIMEDIA)
17 Feb 2022
MGR/mjg