LOS RECLUSOS AMOTINADOS EN HERRERA DE LA MANCHA SE ENTREGAN SIN CONDICIONES
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Los reclusos que desde las doce del mediodía de ayer estaban amotinados en la cárcel de máxima seguridad de Herrera de la Mancha (Ciuad Real) depusieron su actitud poco antes de la nueve de esta mañana, 21 horas después de comenzar un acción.
El gobernador civil de la provincia, Tomás Morcillo, afirmó hoy que los presos se entregaron sin poner condiciones, pese a que durante la tarde de ayer y esta madrugada mantuvieron varias conversaciones con representantes de Instituciones Penitenciarias.
Los amotinados llegaron a redactar un escrito en el que pedían que finalizasen las torturas psíquicas y físicas que aseguran se producenen la cárcel y que fuesen mejoradas sus condiciones de vida.
Los internos, considerados como muy peligrosos, mantuvieron retenidos durante todo el tiempo que duró su protesta a tres funcionarios de prisiones y a la psicóloga del centro. Este es el tercer motín que se produce en el penal en lo que va de año.
Pese a que una Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil se trasladó a la cárcel cuando comenzó de incidente, no tuvo que intervenir en ningún momento.
La Confederación Sidical Independiente de Funcionarios (CSIF) difundió hoy un comunicado en el que culpa del motín a la masificación de las cárceles españolas. El sindicato exige que el nuevo Código Penal tipifique la figura del rapto de funcionarios, que se construyan nuevas cárceles y que se retribuya adecuadamente a los trabajadores penitenciarios.
"TRAEDME AL MORO"
Según la versión oficial facilitada hoy por el Ministerio de Justicia, los sucesos comenzaron cuando los reclusos de la galería B del módulo 1 estaban n el patio.
En un momento dado, los internos, encabezados por Francisco del Moral Fernández, mataron con un "pincho" al marroquí Jalili Boubalati, de 25 años, que cumplía condena de 12 años. El asesinato se produjo delante del administrador del centro.
Fuentes sindicales señalaron que Del Moral Fernández fue el autor material de la muerte, al ver que cinco presos, entre ellos Jalili, no se sumaron a su protesta. Según las mismas fuentes, el recluso dijo "traedme al moro" y fríamente le apuñaló má de doce veces, una de ellas en el cuello.
Jalili Boubalati cayó al suelo y al comprobar que aún no estaba muerto, Del Moral cogió una barra de hierro y le asestó varios golpes. Posteriormente, le tocó el cuello y al notar que había fallecido dijo al administrador: "Esto es para que veáis que vamos en serio, ahora vamos a negociar".
Los reclusos amotinados, unos diez, sustrajeron entonces algunas de las llaves de las puertas del módulo de los trabajadores secuestrados y los condujeron hasta las cldas. Posteriormente, abrieron el resto de ellas y conminaron a los demás internos a que secundasen el motín, cosa que hicieron 27.
Justicia señala en un comunicado que pese a los intentos de diálogo que hicieron los responsables del centro, los reclusos destrozaron las instalaciones y se parapetaron en las galerías del módulo, colocando barricadas con colchones que amenazaron con incendiar.
En el módulo donde se produjo el secuestro no se encontraba ninguno de los miembros de la banda terroristaETA que fueron traslados desde la cárcel de Sevilla I tras el atentado del pasado 28 de junio.
ANTECEDENTES VIOLENTOS
La mayoría de los cabecillas del motín han participado en otras ocasiones en revueltas similares, agresiones a funcionarios penitenciarios e intentos de evasión, y han demostrado un comportamiento violento.
La Secretaría de Asuntos Penitenciarios ha comenzado a evaluar los daños ocasionados por los internos para repararlos. Además, ha abierto una investigación sobre la muerte de recluso marroquí.
A todos los amotinados se les ha aplicado el reglamento penitenciario. El centro de Herrera fue inaugurado en 1979 con una capacidad para 268 internos y en la actualidad alberga a 364.
El pasado 17 de marzo, cinco reclusos de Herrera de la Mancha permanecieron amotinados durante más de 48 horas, durante las cuales retuvieron a tres funcionarios y a la médica del centro, que estaba embarazada.
La Guardia Civil redujo a los presos, que pretendían con su acción denunciar las ésimas condiciones sanitarias y el hacinamiento de las cárceles españolas.
El 29 de abril, un funcionario de este penal permaneció secuestrado durante ocho horas por un preso del módulo 1, que le amenazó con una navaja, sin que otros internos se sumasen a su acción.
(SERVIMEDIA)
11 Jul 1991
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