La Comisión de la CE se comprometió hace dos años a presentar un documento de reforma de la organización común de mercado (OCM) del vino,jalonado ahora por continuos excedentes en toda la CE, que están haciendo caer la renta de los agricultores, y por procesos de producción muy dispares en los diferentes países.

Ya que por fin la propuesta del ejecutivo comunitario parece inminente, las cooperativas españolas han presentado un documento para que la reforma recoja los intereses de los vitivicultores nacionales, entre las que destacan medidas de promoción de divulgación del vino y su cultura.

CCAE ha solicitado la prohibición de añair azúcar en el proceso de elaboración del vino, práctica habitual en Centroeuropa para aumentar la graduación alcohólica, y uno de los principales motivos de polémica entre los países de la CE.

Además, para reducir los excedentes, reclama una política de arranque "selectiva" que compagine la protección del medioambiente, y medidas para la destilación subvencionada por la CE, tanto para los vinos de mesa como para los de denominación de origen.

Las coopertativas también consideran prioritario la ctualización de los catastros vitícolas en los distintos países miembos, para realizar el control de los rendimientos y evitar el fraude.