Asimismo, la fundación ha solicitado al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que retire de las marquesinas de la ciudad los anuncios en los que la empresa anunciadora también utiliza a estas personas en la campaña publicitaria.

Carmen Alonso, coordinadora de la Fundación ALPE, manifestó a "Solidaridad Digital" que si bien esta campaña "no utiliza un lenguaje tan burdo como otras que hemos denunciado en ocasiones anteriores, difunde de forma subliminal un mensaje que va contra la dignidad de estas personas".

Por este motivo, la fundación ha remitido una carta al alcalde de Madrid en la que señala textualmente que "el mensaje subliminal de que las personas acondroplásicas (y repare en el hecho de que son personas adultas discapacitadas las que aparecen en el anuncio vestidos de una manera grotesca, no dibujos animados, como podría haber sido una opción alternativa) son enanos fantásticos, cala tanto o más hondo en la sociedad que otras alusiones más brutales y directas al cliché del bufón".

Asimismo, la entidad subraya que la acondroplasia "es una discapacidad compleja y grave, no sólo por sus problemas físicos sino también por los condicionamientos sociales que promueven una exclusión social, un proceso de humillación sutil y constante".

En la acondroplasia el cartílago no se convierte en hueso, de la forma normal, y ello afecta principalmente a los llamados huesos largos y a aquellas partes del hueso que tienen cartílago. La talla de estas personas no suele superar el metro y treinta centímetros. La prevalencia estimada oscila entre 1 de cada 20.500 nacimientos hasta 1 de cada 22.500, nacidos vivos, afectando a niños y niñas por igual.