Esta decisión sorprendió a la familia del joven tanto por el hecho en sí, como por los motivos aducidos por los responsables del centro, quienes además de argumentar que el joven no daba buena imagen de la academia porque "desentonaba con el resto de los alumnos", dijeron que el lugar no era para él.

Para la Asociación Síndrome de Down, este heho constituye un atropello y su presidenta, Elena Calderón, calificó la postura de la academia de "horrible".

"El día que nuestros hijos crezcan y salgan de los colegios de integración, tendremos que marcharnos de Palencia", agregó.

Este es el primer caso de esas características que ocurre en Palencia, donde la mayoría de los afectados por el síndrome de down cursan estudios en un centro integrado dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia.