El plan de viabilidad proponía la entrada de un nuevo inversor, que aportara entre 450 y 500 millones de pesetas con el objeto de hacer frente a las deudas contraídas con anterioridad y restituir el capital circulante, así como una regulación de empleo, señalaron a Servimedia fuentes sindicales.

La incapacidad de los propietarios para confirmar la xistencia del inversor que asumiera las deudas y la negativa del comité de empresa a aceptar ni un sólo despido laboral más condujo al rechazo del plan por toda la comisión técnica.

Tras el rechazo, la familia Albaladejo ofreció ceder la propiedad de la firma Yanko, así como el control del grupo empresarial, lo que será estudiado por la comisión técnica en una reunión que se celebrará el próximo viernes.

Yanko, en suspensión de pagos desde 1993, adeuda 1.100 millones de pesetas a la Tesorería Genral de la Seguridad Social, Fondo de Garantía Salarial y Agencia Tributaria. Una cantidad similar se adeuda a acreedores menores, sobre todo proveedores.