De Miguel ha señalado que desde el punto de vista diplomático "es muy importante" que el Ejecutivo español pueda ayudar a terceros países "y tener la disponibilidad de esas tropas y de la estrustura de Defensa para hacer una acción de paz bien hecha, que deja bien el nombre de España".

Por oto lado, el `número tres' de la diplomacia española ha afirmado que el Gobierno no actúa con Cuba condicionado por la política de Estados Unidos.

"No tenemos ninguna coincidencia con la política que ellos tienen hacia Cuba, política que sondideramos errónea, porque aislar y castigar al país con un embargo comercial no es la mejor vía para ayudarle a salir de la situación en la que está", añadió.

Ramón de Miguel ha recordado que las inversiones de nuestro país en Cuba crecieron un 170% en 1996, mietras que el comercio bilateral ha aumentado un 14% en el primer trimestre de este año.

"Siguen, pues, las relaciones comerciales, aunque es cierto que se han resentido las relaciones políticas, porque el Gobierno desea para Cuba un signo de un futuro más esperanzador de democracia y evolución del sistema", insistió.

A su juicio, las expresiones que utiliza el canciller de Exteriore cubano, Roberto Robaina, no ayuda a mejorar las relaciones bilaterales. "Desearía", agregó, "que no fuera esta la tóica de las relaciones ni hubiera siempre una respuesta exabrupta que dé la impresión de que existe un enfrentamiento enconado, porque no existe".