Rajoy afirmó, en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Servimedia, que el debate sobre el terrorismo en el Parlamento Europeo y la constitución de una mesa de partidos para modificar el marco jurídico del País Vasco son una "petición" del entramado de ETA que ha aceptado el Ejecutvo de Zapatero.

En su opinión, el camino que está siguiendo el Gobierno para poner fin al terrorismo "no es aceptable" porque, si acepta alguno de los planteamientos por los que ETA ha matado a casi un millar de personas a lo largo de 40 años, entonces "todo lo que han sufrido las víctimas y la sociedad española no habrá valido para nada".

Rajoy advirtió de que, con la negociación, Zapatero está convirtiendo el terrorismo "en un sistema para sacar ventajas" y recalcó que, en la tregua de 1998, el Gobierno de Aznar mantuvo una reunión con ETA pero no puso en marcha "ninguna negociación". "Quizá por eso volvió a matar", agregó.

El líder de los populares se opuso al debate que va a celebrarse este miércoles en el Parlamento Europeo porque supone internacionalizar el terrorismo de ETA como si se tratase de un conflicto similar al irlandés. En este sentido, hizo hincapié en que "eso no es Irlanda" porque no hay dos estados y dos sectores de la sociedad enfrentados sino que "aquí hay unos asesinos que matan a los que no piensan como ellos".

Además, resaltó que ETA siempre ha buscado internacionalizar el problema del terrorismo porque quiere componer un nuevo estado formado por tres partes: "la española, la francesa y la vasca".

Rajoy criticó además que Zapatero esté dispuesto a negociar con la banda estas cuestiones cuando hace año y medio rechazó en el Congreso de los Diputados la reforma de estatuto que planteaba el lehendakari, Juan José Ibarretxe, cumpliendo los requisitos que establece la "legalidad". En su opinión, acceder ahora a las reivindicaciones soberanistas de ETA sería otorgar "un plus" de negociadores políticos a los terroristas, por encima incluso del presidente de una comunidad autónoma como la del País Vasco.

Otra consecuencia de la negociación entre el Gobierno y ETA, según dijo, es la intención de la Fiscalía de rebajar la petición de pena para el terrorista José Ignacio de Juana Chaos. Rajoy definió el cambio de postura del fiscal como "un acontecimiento de gran gravedad" y adujo que existe un "absoluta relación de causa-efecto" con el proceso.

Finalmente, admitió su desconfianza en el presidente del Gobierno pero matizó que está dispuesto a creerle, al menos en lo referente a Navarra, si Rodríguez Zapatero promete antes de las elecciones autonómicas de 2007 que no pactará en esta comunidad con ninguno de los partidos que quieren anexionarla al País Vasco.