Rodríguez Zapatero resumió su filosofía política con la frase "no puedo prometer que todas las personas tengan éxito en su vida, pero sí me puedo comprometer a trabajar para que todas las personas tengan las mismas oportunidades para tener éxito, y aquellas que no lo alcancen tendrán siempre el amparo de nuestro país".

El candidato socialista dijo que cree en una España que esté "siempre en el mundo defendiendo la paz, lejos de las guerras ilegales, incrementando la ayuda al desarrollo hasta el 0,7%" del PIB español.

Zapatero avaló sus promesas recordando las subidas de las pensiones mínimas y del salario mínimo propiciadas por su gobierno, así como la Ley de Igualdad impulsada para hacer avanzar la igualdad de las mujeres, y la Ley de Dependencia.

Añadió que ha trabajado con todas sus fuerzas y toda su "humildad" durante la legislatura que ahora termina y que en la próxima, si recibe la confianza de los españoles, se propone llegar al pleno empleo, trabajando junto con empresarios y sindicatos.

Por su parte, Rajoy aseguró que el Partido Popular y él, como su máximo líder, tienen un plan de trabajo preparado y las "herramientas" para resolver los problemas de España, y sólo están esperando el visto bueno de los electores el próximo 9 de marzo.

El ideal de país que tiene Rajoy se resume en que quiere"que la niña que nace en España tenga una familia y una vivienda y unos padres con trabajo".

Y que esa niña, agregó, reciba una educación que sea tan buena como la mejor, que se pueda pasear por todo el mundo sin complejos, porque sabrá idiomas y tendrá un título prestigioso.

También desea, explicó, que esa niña sea "heraldo de la libertad y de los derechos humanos" porque habrá aprendido a respetar a todos. Y, finalmente, quiere que sienta un "hondo orgullo" por ser española y pertenecer a "esa nación tan vieja y tan admirable".