ELECCIONES

RAJOY VE UNA "NECESIDAD NACIONAL" EL CAMBIO POLÍTICO PORQUE A ZAPATERO "SE LE HA SUBIDO LA MONCLOA A LA CABEZA"

- Dice que Zapatero "sembró discordia, división y crispación mientras hablaba de convivencia, de entendimiento y de talante"

BURGOS
SERVIMEDIA

El presidente del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó hoy que el cambio político es una "necesidad nacional" en España porque a José Luis Rodríguez Zapatero "se le ha subido La Moncloa a la cabeza" en estos cuatro años de legislatura.

Durante un mitin ante más de 4.000 personas en el Polideportivo El Plantío de Burgos, en el que por sorpresa estuvo arropado por Manuel Pizarro tres días después de su enfrentamiento con Pedro Solbes, Rajoy se presentó como el político más adecuado para "encabezar el cambio" político en España.

"El cambio ya no es un deseo, es una necesidad nacional. A lo largo de estos cuatro años, dos han sido los grandes objetivos de Zapatero: el primero, discutir la nación y poner en tela de juicio la igualdad de los españoles; el segundo, la negociación con ETA. Pero las dos cosas han sido un rotundo fracaso", sentenció.

Ante el cántico del público "¡Queremos cambio, queremos cambio!", Rajoy pidió a los ciudadanos que el próximo 9 de marzo vayan a votar "no con miedo", como en su opinión quiere el PSOE, sino "con alegría, con reflexión, con sensatez, con sentido común" y pensando que en sus manos está el futuro de España.

El líder del PP aseguró que Zapatero se ha convertido en "una pesadilla" para los españoles porque "se ha dedicado a entretenerse" con la Memoria Histórica, con los estatutos de autonomía y con la Alianza de Civilizaciones" mientras subían los precios y se frenaba la economía.

Criticó que Zapatero "se ha olvidado de la gente" y ha optado por aliarse con otras civilizaciones en lugar de aliarse "con el currante" que se levanta a las siete de la mañana y que tiene que hacer cuentas para llegar a fin de mes.

Con el ex ministro de Trabajo Juan Carlos Aparicio sentado en primera fila, ya que encabeza la lista al Congreso del PP por Burgos, Rajoy reivindicó los ocho años de gobierno del PP y presumió de haber abandonado el Gobierno dejando al PSOE un coche "que acaba de pasar la ITV y con el depósito lleno".

"Las cosas no han ido bien estos años y si han ido bien al principio es porque había un impulso, una herencia y una inercia. Pero ya no vale mirar al pasado", remachó antes de anunciar que si los españoles le eligen presidente pondrá en marcha un paquete de reformas económicas antes del verano.

LA "CARA DE SEMINARISTA" DE ZAPATERO

Para Rajoy, estos cuatro años de legislatura se resumen en que Zapatero "sembró discordia, división y crispación mientras hablaba de convivencia, de entendimiento y de talante". "Luego puso cara de seminarista y le echó la culpa al Partido Popular", remachó.

El candidato del PP reconoció que a lo largo de esta legislatura los socialistas les "han arreado" pero se jactó de haberles devuelto "unas cuantas". No obstante, avisó que en las dos semanas que restan de campaña "seguirán haciéndolo" porque "viven obsesionados con la crispación".

Señaló que los socialistas "se han puesto manos a la obra" para endurecer la campaña y, como prueba, sacó a relucir el episodio de la entrevista entre Zapatero y el periodista Iñaki Gabilondo, en el que admitió que al PSOE le conviene que haya tensión.

Rajoy explicó que los socialistas creen que la crispación les da votos y por eso "estuvieron 40 días arremetiendo contra los obispos pero al final acabaron tomando un caldo y champán francés en casa del Nuncio porque vieron que les podía perjudicar".

Por eso, resumió el programa electoral del PSOE en "dar leña al PP, dar caña al PP y dar estopa al PP" hasta el punto de movilizar "a los del canon" para que apoyen a Zapatero e incluso se manifiesten delante de la sede de los populares.

Rajoy aseveró que si los socialistas tuvieran algo que ofrecer a los españoles "dejarían de meterse" con él pero no lo hacen porque "ni tienen balance ni tienen gestión" que ofrecer al conjunto de los españoles al final de la legislatura.

Finalmente, el candidato del PP a La Moncloa se presentó como una persona fiable frente a Zapatero hasta el punto de afirmar que "si yo digo algo, va a misa".

(SERVIMEDIA)
24 Feb 2008
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