Rajoy se expresó en estos términos durante un mitin en el Polideportivo Virgen del Val en Alcalá de Henares (Madrid) inmediatamente después de que el Comité Ejecutivo Nacional del PP aprobase por unanimidad el programa con el que el líder de los populares se presenta a las elecciones generales del 9-M.

El candidato del PP defendió una política de inmigración que obligue a todas las personas que lleguen a España a adquirir una serie de compromisos para su integración en el país.

"Si no hacemos esto, vamos a la creación de ghetos, a la creación de países dentro de nuestro país y ese es el peor favor que le podemos hacer a los españoles y a los que vienen de fuera", dijo entre los aplausos de las más de 2.500 personas que abarrotaban el recinto, entre ellos algunos inmigrantes con banderas polacas y africanas.

Rajoy explicó que la inmigración se ha convertido en un "problema real y negarlo es el mejor procedimiento para que las cosas vayan a peor". Por eso, abogó por una política que favorezca la entrada de personas de manera "legal y ordenada" y que al mismo tiempo combata "con contundencia" a las mafias que trafican con personas.

Además, apostó por "expulsar" de España y denegar la nacionalidad a aquellos inmigrantes que cometan delitos, en la línea de lo que ya se está haciendo "con éxito en la mayor parte de Europa".

Rajoy, que recordó que viene de una tierra que tradicionalmente ha sido emigrante y por lo tanto habla "con conocimiento de causa", resaltó que su intención es "ayudar a los inmigrantes" para que se integren en España.

Con ese objetivo, expuso que su idea pretende que los inmigrantes se comprometan a aprender la lengua castellana, a respetar las leyes y a rechazar conductas como la mutilación sexual, la poligamia y los matrimonios de conveniencia cuando solicitan su permiso de residencia.

Comparó este paso con el juramento de la Constitución que una persona realiza cuando obtiene la nacionalidad española, ya que obligaría a "asumir algunos compromisos" al inmigrante pero también al Estado, que le ayudaría con cursos de formación y facilidades para conseguir un empleo.

Rajoy declaró que, a cambio de estos compromisos, el inmigrante recibirá "los mismos derechos y las mismas oportunidades, ni uno más ni uno menos" que el resto de los españoles. "Exactamente los mismos", apostilló.