Rajoy y Aznar llegaron juntos al mitin que el Partido Popular celebraba este domingo en la Plaza de Toros de León, que quedó abarrotada por cerca de 15.000 personas. Los dos dirigentes políticos entraron juntos en el coso y dieron la vuelta al ruedo para saludar a las miles de personas que desbordaban cada tendido.

La llegada de Aznar causó gran sorpresa entre los políticos, entre la prensa y entre el público, más todavía cuando el que fuera presidente del Gobierno entre 1996 y 2004 subió al escenario para manifestar su apoyo expreso a Rajoy a una semana de los comicios.

Sus primeras palabras fueron para pronosticar el triunfo del Partido Popular el 9 de marzo y conseguir así "mandar a casa" a Zapatero después de cuatro años de mandato. "¡Vamos a por ellos!", exclamó, lo que provocó un efecto contagio en las gradas, que acabaron coreando el grito de guerra como si las elecciones fueran un partido de fútbol y el coso taurino un estadio de Primera División.

El predecesor de Rajoy y presidente de honor del Partido Popular se mostró "especialmente" emocionado de subir al atril con la Plaza de Toros "rebosante" de gente a justo una semana de la cita con las urnas.

"Estoy aquí para apoyar incondicionalmente -como he hecho siempre, antes, después, con todas sus consecuencias, con el silencio a veces, con la palabra cuando me lo han pedido, haciendo lo necesario- al mejor presidente del Gobierno que puede tener España, que es Mariano Rajoy", sentenció.

Aznar, que hasta ahora había ocupado un lugar secundario en la campaña del PP, se convirtió en el protagonista del mitin más multidinario celebrado hasta ahora por el Partido Popular. Las cerca de 15.000 personas congregadas en León superaron con creces las de otros actos anteriores, también muy numerosos, en Murcia, Zaragoza y Málaga.

Llegado el turno de Mariano Rajoy, el líder del PP agradeció el apoyo de Aznar a lo largo de toda su carrera política, ya que fue él quien le nombró ministro en cinco ocasiones y quien le escogió para coordinar las labores de su gobierno como vicepresidente primero.

Rajoy ensalzó las "palabras sentidas y muy bonitas" de Aznar, al que garantizó que "siempre" tendrá en su "memoria", en su "cabeza" y en su "corazón" por mucho que pasen los años.

La otra mención a Aznar en su discurso llegó para defenderle de las críticas del PSOE, al que acusó de echar la culpa al ex presidente del Gobierno para ocultar la estrategia de "tensión, dramatismo y crispación" que está desarrollando en esta campaña electoral mientras pone "cara de seminarista".