Según explicó en rueda de prensa la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, una de las decisiones adoptadas hoy por el Comité de Dirección del partido fue registrar esa pregunta en el Congreso de los Diputados para la sesión de control del miércoles.

En opinión del PP, el presidente del Gobierno debe responder tres cuestiones: en primer lugar, aclarar la supuesta participación "muy activa" de cercanos colaboradores suyos en la operación de compra por parte de Lukoil de las acciones de Repsol que posee Sacyr.

En segundo lugar, explicar los motivos de su "tibieza" al hablar de la posibilidad de que una empresa extranjera tenga una parte importante de una empresa estratégica para España. Finalmente, pronunciarse sobre las "divisiones internas" en el propio Gobierno sobre la conveniencia o no de esa operación.

El PP cree que esa operación comportaría "graves" consecuencias para los intereses de España y permitirla denotaría falta de responsabilidad por parte del Gobierno.

Dolores de Cospedal se mostró convencida de que ningún otro país de la Unión Europea permitiría que una empresa de características similares a las de Repsol pasara "a manos extranjeras, y menos extracomunitarias, a manos rusas".

Denunció además que el Gobierno sólo trata con esa operación de solucionar un problema creado por el propio presidente por su "empeño" en que Sacyr comprar acciones de Repsol.

Pero la salida, insistió, no puede suponer "poner en riesgo el bienestar de las familias" y que la cuantía de los recibos que pagan se decida "en Moscú".