RAJOY EXIGE "ORDEN Y CONTROL" EN LA INMIGRACIÓN Y ZAPATERO LE ACUSA DE FRENAR NUEVOS DERECHOS Y LIBERTADES
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El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, exigió hoy "orden y control" en la política de inmigración, y el presidente y candidato del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, optó por subrayar la extensión de nuevos derechos y libertades durante la legislatura a pesar de los intentos del PP por frenarlos.
Rajoy quiso desde un primer momento centrar en la inmigración el segundo bloque de su debate con Rodríguez Zapatero, el de políticas sociales, mientras el presidente se empeñaba en hablar de la extensión de libertades y derechos.
En su primera intervención Mariano Rajoy aseguró que los inmigrantes contribuyen al crecimiento ero también demandan muchos servicios sociales que en ocasiones "se quedan cortos". Para evitar un "drama", aseguró, es necesario porner "orden y control".
Aseguró que España es el segundo país del mundo después de Estados Unidos en el que entran más extranjeros, "una avalancha", debido al "efecto llamada que se oyó en todo el mundo" en el proceso de regularización.
A pesar de sus intentos, el presidente seguía dedicando su tiempo a subrayar el aumento de becas frente a la reducción, aseguró, del mandato de Rajoy como ministro de Educación, a la aprobación de la Ley de Igualdad sin el apoyo del PP, la subida de pensiones y del salario mínimo, o de la Ley de atención a las personas dependientes.
En cuanto a la ayuda a la familia, "de la que ustedes tanto hablan", dijo el presidente, la estadística es "abrumadora".
Rajoy replicó defendiendo su gestión en Educación frente a la "mentira" del presidente sobre las becas y a reprochar la ausencia de financiación de la ley de atención a la dependencia.
Aseguró que los permisos de residencia son ahora muchos más del doble, lo que crea problemas para escolarizar a los niños o acceder a los servicios sanitarios o la vivienda, y abogó por "trabajar para que los derechos de unos, porque derechos tienen todos, no perjudiquen a otros".
Subrayó, como ejemplo de esa necesidad de orden y control en la inmigración, que el porcentaje de reclusos extranjeros en las cárceles, el 34%, supera el 10% de la población general.
El presidente siguió optando por hablar de "importantísimos avances en derechos sociales" y del "desbloqueo de lo que ustedes frenaron", la investigación biomédica, la escolarización gratuita de niños de tres a seis años, la eliminación de trámites del divorcio o la ampliación de derechos individuales, como el matrimonio homosexual.
"NO HAN MOVIDO UN DEDO"
La reflexión global, dijo a Rajoy, es que la derecha española desde hace treinta años "no ha movido un dedo" para que los españoles tengan más derechos en sanidad, eneducación o en sus libertades individuales.
Si el PP hubiera gobernado treinta años seguidos, concluyó, los españoles tendrían hoy peor sanidad, peores pensiones, "un país menos libre y más intransigente".
A esas alturas del debate Rajoy constataba que Rodríguez Zapatero "no quiere hablar de inmigración" y entró al terreno de la educación para acusar al Gobierno de derogar la ley del PP sin que entrara en vigor.
Sacó a colación el informe PISA para reclamar un cambio de modelo que prime el mérito, el trabajo, el esfuerzo, la autoridad del profesor, "menos educación para la ciudadanía y más inglés y nuevas tecnologías".
Entró también en otro de los asuntos resaltados por el presidente, las pensiones, y aseguró que en 1996 el Gobierno del que él formaba parte tuvo que pedir un crédito para pagar las pensiones, mientras se escuchaba al presidente decir que eso "es mentira".
Fue el PP, prosiguió Rajoy, el que aprobó por ley la subida del IPC de las pensiones y el que creó el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, y ha sido el actual Gobierno el que ha aprobado una ley de atención a la dependencia sin dotarla económicamente.
Rodríguez Zapatero entró al final del bloque en la inmigración, para recordar la gestión de Rajoy como ministro del Interior responsable de tres de los cinco procesos de regularización del Gobierno del PP.
La diferencia, subrayó, es que el Gobierno socialista aprobó una regularización de 700.000 inmigrantes en condiciones irregulares con contrato de trabajo y con acuerdo de empresarios y sindicatos, "y ustedes con un bonobús". "¿Qué es eso?", preguntaba Rajoy negando la afirmación del presidente.
Bastaba una factura de una noche de hotel o un bonobús, insistió el presidente, "¿con qué cara habla de la regularización de inmigrantes?", le preguntó.
"RESULTADO LAMENTABLE"
Rodríguez Zapatero subrayó los acuerdos con países de origen para poder repatriar inmigrantes y el incremento de la ayuda al desarrollo, mientras Rajoy seguía con datos "demoledores" sobre el "auténtico coladero" que es España para la inmigración.
El resultado es "absolutamente lamentable", concluyó Rajoy, porque el Gobierno "no ha hecho nada" por la integración de los inmigrantes, "se han limitado a no hacer nada" porque el presidente ha estado centrado en la Alianza de Civilizaciones o la memoria histórica, "que no le importan a nadie".
Rodríguez Zapatero pidió más respeto por los inmigrantes, entre otras cosas porque están entre los españoles, entre los fallecidos en las Fuerzas Armadas, entre los asesinados el 11-M o en el atentado de Barajas. "Mueren con nosotros y a veces por nosotros", recalcó.
(SERVIMEDIA)
26 Feb 2008
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