En la Plaza de Toros de Valencia, completamente abarrotada y con miles de personas que se quedaron fuera en la calle, Rajoy protagonizó el mitin más multitudinario de toda la campaña electoral y lo hizo al estilo del precandidato estadounidense Barack Obama.

Al igual que el dirigente del Partido Demócrata de EEUU, Rajoy se dirigió al público en lo alto del escenario micrófono en mano y rodeado de una veintena de chicas que vestían una camiseta en la que ponía "Yo soy la niña de Rajoy".

El candidato del PP convocó a todos los españoles "a un gran proyecto nacional" para que España se convierta en "una de las mejores economías del mundo", para combatir la inseguridad ciudadana con más comisarías de Policía y cuarteles de la Guardia Civil, para llevar el agua a todo el Levante y dotar a la Comunidad Valenciana de Alta Velocidad.

En su empeño de convencer a los indecisos, Rajoy esgrimió que ahora está "más curtido que nunca", tiene "más equilibrio y mucha más madurez" que cuando se presentó en 2004, hasta el punto de situarse "en el mejor momento" de su vida.

UNA VICTORIA "AL SPRINT"

El líder del PP prometió gobernar con cabeza, como reza su lema de campaña, después de cuatro años en los que Zapatero "se ha olvidado de la economía" para dedicarse a la Alianza de Civilizaciones y la Memoria Histórica.

Además, señaló que quiere ser presidente del Gobierno "para ocuparse de los españoles" y no "para estar en una butaca", como en su opinión ha estado Rodríguez Zapatero durante estos cuatro años de legislatura "sin hacer nada".

Rajoy vaticinó que el PP ganará "al sprint" y "en la última curva", de la misma manera que lo hacen los motociclistas y los ciclistas, gracias al "magnífico equipo" de 700.000 militantes que le ha acompañado en la oposición.

"Al PP le van a votar todos los que le votaron en 2004 y muchos españoles que entonces no nos dieron su confianza y pensaron que era mejor que ganara otra fuerza política y que ahora creen que es mejor que el PP vuelva al gobierno", espetó.

Rodeado del grupo de niñas, que no dejaron de animarle e interrumpirle durante el mitin, Rajoy llamó a votar el domingo "con emoción", "con reflexión" y "pensando en la gente", de la misma manera que él promete gobernar.