Durante una conversación informal y sin micrófonos en el acto de inauguración de la tercera y cuarta ampliación del Congreso de los Diputados, Rajoy aseveró que su posición "no ha cambiado" desde que ETA declaró un alto el fuego el 22 de marzo, mientras que el presidente del Gobierno ha dado el visto bueno a los contactos con Batasuna, después de sostener que primero sería la paz y luego la política.

Rajoy señaló que "allá él", en alusión a Zapatero, con su decisión de abrir un proceso de diálogo con ETA cuando acaban de cumplirse dos meses del inicio del alto el fuego. Por su parte, aseguró haberse "cargado de razones" para desautorizar cualquier contacto con el entramado de la banda después de haber reclamado que se verificase la intención definitiva de los terroristas de abandonar las armas.

El líder de los populares criticó el comportamiento de Zapatero con respecto a la oposición y, a modo de ejemplo, destacó que el nivel de "indecencia" del Ejecutivo llega hasta el punto de filtrar anoche que se había producido una conversación para consensuar una reunión del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Según Rajoy, esa comunicación nunca existió.

Para finalizar, cuestionó los pasos que está dando Rodríguez Zapatero en su intento de acabar con ETA y afirmó que "es increíble que un señor así sea presidente del Gobierno".

APARTE ENTRE EL REY Y RAJOY

Antes de marcharse los Reyes, don Juan Carlos se despidió de los dirigentes populares Ángel Acebes y Eduardo Zaplana. Sin embargo, en lugar de estrechar la mano a Rajoy, le cogió por el brazo y se lo llevó aparte para conversar algo más de un minuto con él antes de visitar la tienda del Congreso.

Durante la recepción, el presidente del PP y el jefe del Ejecutivo no mantuvieron ninguna conversación ni llegaron a saludarse, pese a estar a escasos metros de distancia. Minutos antes, durante la visita de los Reyes a las nuevas instalaciones, sí se saludaron con un apretón de manos cuando la comitiva llegó a los despachos del Grupo Popular en el Congreso, donde esperaba Rajoy junto a Ángel Acebes y Eduardo Zaplana.

Algunos diputados del Partido Popular, como Ana María Madrazo, y senadores populares como Juan José Lucas sí se acercaron a Rodríguez Zapatero para conversar amistosamente durante el cóctel. Sin embargo, el momento de mayor tensión llegó cuando el diputado José Madero se acercó al presidente del Gobierno para reprocharle los pasos que está dando para acabar con el terrorismo.

La conversación entre Zapatero y Madero se fue acalorando poco a poco, hasta el punto de que el jefe del Ejecutivo cogió del brazo izquierdo al popular y con el dedo índice levantado respondía a las quejas del diputado. En ese momento, un par de personas se acercaron a saludar al presidente del Gobierno y la conversación quedó ahí zanjada.