ETA

RAJOY ACUSA A ZAPATERO DE IMPONER UN "ESTADO INVIABLE" A LOS ESPAÑOLES SIN CONTAR CON SU OPINIÓN

- "Quiero que los españoles tengan libertad para hablar, mi talante no es tapar la boca"

NAVACERRADA (MADRID)
SERVIMEDIA

El líder del PP, Mariano Rajoy, acusó hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de situarse "en el brochazo y en la gran demagogia" y de estar "imponiendo" a los españoles un "Estado inviable" sin contar con su opinión.

"No se rompe España, pero en no mucho tiempo vamos a tener un Estado inviable", dijo Rajoy, quien advirtió de que los españoles tendrán en las próximas elecciones generales la oportunidad de pronunciarse contra la idea que el Gobierno les ha "impuesto".

En la clausura de los cursos que FAES organiza cada verano en Navacerrada (Madrid), Rajoy denunció que Zapatero "ha materializado la renuncia a la España constitucional", ha provocado el "desmantelamiento del Estado" hasta convertir a España "en un decorado de cartón piedra", y ha transformado la voluntad general en la suma de voluntades de un Estado confederal.

"Después de treinta años, es necesario revisar los pactos de la transición", prosiguió. "Zapatero ha pagado así un precio que le ha permitido tener los apoyos parlamentarios con los que gobernar; ha tratado a los españoles como si fuéramos menores de edad, ha decidido por nosotros sin consultarnos".

INSENSIBILIDAD DEMOCRÁTICA

En su opinión, el jefe del Ejecutivo apela a una "cintura política que convierte en conveniencia partidista. Para él los intereses generales no existen", como ha demostrado con el Estatuto de Cataluña, con el que "ha impuesto una idea de España que choca con la Constitución".

"Nunca en la historia de la democracia se han movilizado tanto para solicitar un referéndum y nunca ha habido tanta insensibilidad democrática de un presidente del Gobierno", continuó. "Alguien tiene que salvaguardar los intereses de los españoles, aplicar una capa de pintura homogénea sobre toda España y no aplicarla a brochazos".

Acusó el Ejecutivo de haber "parcelado la soberanía nacional y tomado una deriva territorial contraria a lo que pasa en el resto de Europa", al tiempo que alertó de la "mutación confederal a la que nos aboca el modelo pactado por Zapatero y los nacionalistas".

"Hay que fortalecer aquello que nos une, que es mucho", prosiguió, trabajar por "una única nación en la que todos sean iguales en derechos y obligaciones, una realidad unitaria, con músculo, y para lograr este objetivo es necesario implicar a la inmensa mayoría de los ciudadanos".

PROYECTO PARA TODOS

Avanzó que su partido "quiere hacer ese proyecto colectivo para todos, contar con la voz de todos los que creen y sienten España, y para ello su programa electoral apelará directamente al pueblo español en estos asuntos. En esto consiste la soberanía, en que los ciudadanos sean los únicos propietarios de su destino, no un 35 por ciento del censo electoral de una comunidad autónoma, sea la que sea".

"Quiero que los españoles tengan libertad para hablar. No presupongo su opinión, como hace Zapatero. Mi talante no es tapar la boca a los españoles; no quiero tratarles como si fueran menores de edad, porque les tengo un enorme respeto", y ya que no pudieron hacerlo en el referéndum propuesto por el PP, tendrán ocasión de pronunciarse en las próximas generales, agregó.

El presidente del PP aseguró que para este partido "España no es una emoción retransmitida, sino un proyecto colectivo, una memoria, un presente y un futuro; es libertad, para vivirla desde el orgullo de poder contribuir personalmente a su grandeza", y por ello las palabras "España" y "libertad", "dos palabras que se echan de menos, serán los ejes de nuestras propuestas y programa".

"Es la hora de España, de una España que está dispuesta a defender lo que ha logrado pacientemente, que no renuncia a ser la gran España que dedica sus energías a progresar y a prosperar en un mundo global", recalcó, y que "pueda mirarse al espejo de la dignidad del Estado de derecho sin avergonzarse ni apartar la vista de los ojos de las víctimas del terrorismo".

Insistió en que "la democracia requiere reglas de juego, que se plasman en la Constitución, en lo que llamamos el bloque constitucional, y eso es lo peor de lo que ha ocurrido, que se han liquidado esas reglas de juego", también en la lucha contra el terrorismo, tanto internacional como de ETA.

PACIFISMO DE DISEÑO

Rajoy advirtió de que "el mundo global no admite el pacifismo de diseño, y mucho menos la mentira y la palabrería en política exterior. La seguridad exige ideas claras, aliados fiables. El terrorismo, sea el que sea, atente en Bombay o en Madrid, exige las armas de la legalidad, no la manipulación de los sentimientos".

Los contactos del Gobierno con la banda terrorista son, para Rajoy, inadmisibles, no sólo por tratarse de una "inmoralidad", sino por una cuestión de "eficacia, porque quien negocia pretende ceder, y en estas circunstancias, pierde siempre; es imposible ganar".

Rajoy aseguró que el PP no rompe pactos, sino que trabaja para que se cumpla la ley, y por eso se opone a una mesa de partidos con una formación ilegal y reclama que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Administración penitenciaria y el fiscal general cumplan su función, que se cumpla la Ley de Partidos y que se tenga en cuenta a las víctimas del terrorismo.

Concluyó que su partido va a luchar para que sea "la hora de España, una España viable, orgullosa y segura de sí misma. Se puede devolver a la nación española su fortaleza y su ilusión", y "lo que Zapatero no ha querido que los españoles voten", al rechazar el referéndum propuesto por el PP, lo van a manifestar en las próximas elecciones generales.

(SERVIMEDIA)
16 Jul 2006
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