Junto a los juguetes, la organización entegó en el Registro del ministerio una carta dirigida a su titular, José Manuel Romay Beccaría, en la que le pide que apoye la propuesta de prohibición de los artículos de PVC destinados a los bebés que formuló hace unos días la Comisión Europea.

En la misiva, Greenpeace insta al Gobierno a apoyar esta propuesta en la reunión del comité de expertos de la UE que se celebrará el próximo lunes.

Antes de entregar los sacos llenos de juguetes, 18 activistas de la organización desplegaron una pancarta d grandes dimensiones ante la puerta del ministerio, con el lema "Romay. Stop PVC" y el dibujo de una señal de tráfico de prohibición en la que se simulaba un juguete de PVC.

Pablo Mascareñas, portavoz de la organización, exigió al Gobierno español y a la Comisión Europea que la prohibición se extienda a todos los juguetes de PVC, no sólo a los que van destinados a los bebés de hasta 3 años, tal y como propone la Comisión.

Según Mascareñas, los gobiernos europeos "deben adoptar el principio de preaución y prohibir todos los artículos que contengan ftalatos, ante el riesgo que entrañan para la salud de los niños. Un bebé puede chupar cualquier juguete que tenga a su alcance, no sólo los mordedores".

Greenpeace mantiene que los juguetes de PVC blando para menores de 3 años contienen hasta un 40 por ciento de ftalatos, aditivos químicos que se añaden al plástico para aprotarle flexibilidad. Cuando el niño muerde o chupa estos artículos, los ftalatos se desprenden del juguete y pasan directamentesu saliva.

En experimentos realizados en laboratorio se ha constatado que los ftalatos producen daños en el hígado, riñones y sistema reproductor, y pueden aumentar la incidencia de algunos tipos de cáncer.