La sala en la que se celebró el juicio tuvo que ser desalojada cuando los asistentes increparon con gritos de "asesinos" y "que os cuelguen" a los acusados, después de que uno de ellos, Antonio Izquierdo, afirmara que se siente "perseguido por los vecinos de Puerto Hurraco y por los peritos psiquiatras de la acusación".

La defensa insistió en queambos son enfermos mentales y pidió que sean internados en un centro psiquiátrico, mientras que el fiscal, en sus conclusiones definitivas, dejó abierta la posibilidad de la eximente incompleta o atenuante por esta misma causa, lo que rebajaría las penas en tres años por cada uno de los nueve delitos de asesinato.

Por su parte, los abogados de la acusación particular indicaron que los hermanos Izquierdo se sienten satisfechos de lo que hicieron, por haber vengado la muerte de su madre, y uno de ellos,el abogado Recalde, concluyó su intervención diciendo: "Que no salgan a la calle para que la sangre no vuelva a Puerto Hurraco".

Asimismo, otro abogado de la acusación solicitó al tribunal que se esclarezcan algunos fallos contenidos en el sumario, ya que dos testigos afirman haber visto a cuatro personas en vez de a dos cuando se realizó la segunda tanda de disparos.

Este letrado no dice que fueran sus hermanas, Luciana y Angela Izquierdo, porque está probado que se encontraban en Puertollano, pro cree que a los hermanos Izquierdo "les ayudaron dos personas a las que habría que conocer".

La sentencia del juicio se conocerá en unos siete días, aunque la propuesta de los abogados de la acusación particular de abrir nuevas diligencias para que se esclarezca quiénes eran las dos personas que acompañaban a los Izquierdo la noche de los hechos podría producir que el caso se reabriera.