Se trata de un lote de 40 parcelas ubiadas en los terrenos de Magalluf (Calviá), destinados en su día al megaproyecto "Marina de Calviá", que iba a crear una marina artificial, varios hoteles de lujo y varios campos de golf.

Los terrenos fueron embargados por el BCH por el impago de los créditos que concedió a IGS para adquirir los mismos. La deuda de la gestora de PSV con la entidad bancaria asciende a 2900 millones de pesetas.

Según se desprende de las auditorías, IGS desvió 15000 millones de pesetas procedentes de las aportacionesde los cooperativistas de la PSV para hacer realizar este macroproyecto urbanístico, lo que provocó a crisis y descapitalización de la cooperativa ligada a UGT.

El informe de los interventores judiciales calcula que con la subasta de estos terrenos en Magalluf pueden obtenerse hasta 1500 millones de pesetas, cuando la cantidad invertida por IGS para la compra de los mismos fue de 4692 millones de pesetas.

El anuncio de la subasta ha causado gran espectación y varios grupos inversores extranjeros e han interesado por las posibilidades de los terrenos. Según el portavoz del Ayuntamiento de Calviá, algunos han propuesto crear en los terrenos un jardín tropical o urbanizaciones de lujo.