Así lo indicó durante la rueda de prensa posterior a la reunión mantenida este miércoles con los consejeros de Hacienda de las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), en la que resaltó que el objetivo de estas figuras tributarias es “reequilibrar las cargas que cada uno tenemos que desarrollar para que esta crisis no se salde con un incremento de la desigualdad”.

Asimismo, Montero argumentó que “este Gobierno se ha caracterizado por una política fiscal prudente” y que al diseñar estos dos nuevos impuestos "está presente esa prudencia”.

En este sentido, apuntó que “todos asistimos a la comunicación por parte de esas entidades de las cuentas de resultados más abultadas por los precios de la energía y de los tipos de interés”, por lo que defendió la actuación del Ejecutivo al considerar “imprescindible” que la situación actual de alta inflación se alivie “para la gran mayoría social”.

Por último, la ministra criticó la utilización de la “amenaza” y el “miedo” siempre que se anuncia un nuevo impuesto, y razonó que si siempre se trasladaran a los ciudadanos “no habría Impuesto de Sociedades, ni IVA” ni ninguna otra figura fiscal aparte del IRPF.