Tras señalar su convicción de que "en el partido lo que se va a imponer es el sentido común y el sentido histórico", manifestó que "no tiene ningún sentido discutir, ni siquiera plantearse si alguien sobra. Una organización grande tiene que ser plural y tolerante y tiene que demostrar capacidad para trabajar con unidad y con sentido de la disciplina". "No sobra nadie" dijo.

El secretario de Formación, en clara alusión al 33 congreso, señaló que "no debe de haber ningún vencido", y propuso abrir el partido a "las fuerzas de progreso, que pueden potenciar más la capacidad de los programas socialistas".

Entre estas, citó a los grupos nucleados en torno a los nuevos movimientos sociales como el ecologismo, el pacifismo, el feminismo, y a las fuerzas que proceden del comunismo renovador.

En el acto participaron también el catedrático Pedro de Vega, que opinó ue en un partido socialista pueden sobrar "los que no son socialistas".

Pedro de Vega reveló que él no fue admitido en el PSOE cuando pidió el ingreso en 1971, lo que aprovechó el presidente del PSOE, Ramón Rubial, para invitarle a que vuelva a solicitar su afiliación.