Fuentes de Ferraz comentan que, ahora mismo, cada partido sigue en sus posiciones y que desde Junts insisten en modificar la ley de amnistía para que no haya resquicios que impidan aplicar la medida de gracia a todos los implicados en el proceso soberanista.

Sin embargo, los negociadores del PSOE que se desplazaron incluso a Barcelona para reunirse con los representantes de la formación que lidera Carles Puigdemont insistieron en que no se toca el texto cerrado en el Congreso y que Junts llegó a respaldar en varios momentos salvo en el “órdago” final.

En el PSOE llegan a entender los temores por parte de Junts tras los últimos movimientos judiciales, pero sostienen que la ley pactada abarca todo lo posible para no salirse del marco constitucional. No obstante, los socialistas han recordado a los de Puigdemont que el Ejecutivo de Pedro Sánchez fue el que aprobó los indultos y que ese terreno ya está explorado.

Por ello, consideran que es Junts quien tiene que encontrar esa fórmula “creativa” que les permita “sacar la pata” y explicar el giro que les llevará a apoyar finalmente la ley de amnistía para que ésta se apruebe en las Cortes.

No obstante, el PSOE sigue ofreciendo, según dichas fuentes, las modificaciones en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) sobre los plazos de instrucción como oferta y seña de voluntad de negociar y llegar a un acuerdo.

En la dirección socialista confían también en que la “presión” sobre Junts, tanto del partido como de la sociedad catalana, les lleve a respaldar el texto de la ley de amnistía que está en trámite en el Congreso.