La propuesta, aprobada a instancias de ERC por todas las formaciones representadas en el Parlamento de Cataluña salvo el PP, fue defendida ante la Cámara Baja por una delegación integrada por el portavoz de ERC, Joan Ridao; Lidia Santos, en nombre del PSC, y María Eugenia Cuenca, ponente de CiU.

Ridao argumentó que el planteamiento de esta iniciativa es "escrupuloso y respetuoso con el derecho de participación de la ciudadanía en la vida política, permite plasmar con mayor claridad la voluntad de la mayoría", y facilita una "ciudadanía más vigilante en democracia".

"No iremos muy desencaminados cuando la segunda fuerza en esta Cámara, el PP, el único que votó en contra de esta iniciativa en el Parlamento de Cataluña, plantea con fines perversos y aviesa intención un referéndum pidiendo firmas contra el Estatuto de Cataluña", prosiguió. "Es paradójico, porque ellos mismos estaban dispuestos a modificar el Código Penal para imperdirlo en el País Vasco".

La diputada del PSC aseguró que esta propuesta se acoge a los procedimientos constitucionales, pero advirtió de que hay que tratar este instrumento "con mucha prevención", porque presenta el doble riesgo de "causar fatiga en la ciudadanía, o de convertirse en sucedáneo de la democracia" si se emplea como sustituto del sistema representativo.

Calificó esta iniciativa de "rigurosamente, valiosamente constitucional", y añadió que, por encima de las "rigideces del funcionamiento de cada Cámara", que podrían generar un debate "extemporáneo, absurdo", es necesario encontrar las soluciones que "eviten los riesgos de discordancias y contradicciones" con el nuevo Estatuto de Cataluña.

Por su parte, la ponente de CiU emplazó a los grupos del Congreso a "estudiar, mejorar y presentar enmiendas a esta propuesta", porque, si sale adelante, será "un buen paso para el inicio de los debates en la Comisión Mixta sobre el Estatuto de Cataluña".

"MUTACION CONSTITUCIONAL"

El secretario general del Grupo Popular, Jorge Fernández Díaz replicó a Ridao que el PP pide un referéndum "dentro del Estado de derecho y en el marco de la ley", mientras que su propuesta supone "una mutación constitucional" que demuestra de forma "palmaria y evidente que no tienen una idea de España".

Agregó que el Partido Popular defiende lo mismo en el Congreso y el Parlamento catalán porque "tenemos principios, convicciones e ideas e intentamos ser coherantes con ellas", mientras que otros "tienen unas convicciones, como mínimo, volátiles".

Preguntó a CiU cómo va a quedar el asunto tras el pacto de su líder, Artur Mas, con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, porque sería "muy serio" que voten que sí y luego sea retirado del Estatuto. En cuanto al PSOE, dijo que si vota una cosa en el Parlamento catalán y otra en el Congreso, entrará en "los anales políticos, jurídicos y parlamentarios".

Emplazó a los representantes del Parlamento catalán a ser "serios" y tener en cuenta que su iniciativa tiene el "contenido exacto de la disposición adicional de la propuesta de Estatuto de Cataluña. Empiecen los promotores de esta iniciativa a respetarse a sí mismos, ya han tenido tiempo de retirarla y no encontrarnos con este bochorno".

OTROS MECANISMOS

El diputado del PSOE por Tarragona Francesc Valles justificó el rechazo del Grupo Socialista en el Congreso a la proposición de ley en que, "aunque coincide con su principal objetivo, potenciar la participación ciudadana, esta transferencia no es posible jurídicamente hablando".

"Esto no implica que una modalidad de referéndum consultivo autonómico no pueda tener cabida en nuestro ordenamiento", prosiguió, por lo que anunció que su grupo es "receptivo a nuevos mecanismos de democracia participativa, incrementando así, si cabe, la legitimidad de la toma de decisiones".

Sin embargo, avisó de los "efectos nocivos" para la democracia que este tipo de procedimientos provocan cuando pretenden ser utilizados "de forma demagógica" e "inconstitucional", como hace el PP, cuya actitud ante este debate es "insólita" y, "cuanto menos, incoherente, por no utilizar términos más estrictos".

Luis Mardones, de Coalición Canaria, también expresó su rechazo porque considera que se trata de un "cambio de hondo calado merecedor de formar parte de la agenda de las conferencias de presidentes" con el fin debatir si debe aplicarse a todas las comunidades autónomas, y no generar un "agravio comparativo".CONSTITUCION, CUANDO GUSTA

El portavoz de IU-ICV, Joan Herrera, hizo referencia también a la consulta popular propiciada por el PP, que tiene una "nueva máxima: ésta es mi Constitución, pero, si no me gusta, no se preocupen, tengo otra". Le acusó de mantener "terrenos vetados al desarrollo del Estado de las autonomías", como demuestra al oponerse una propuesta que "fortalece la cultura democrática".

Aitor Esteban, del PNV, apostó por "zanjar cuanto antes este asunto, hacer a la ciudadanía partícipe de temas que les afectan. No va ser al Grupo Vasco al que le dé miedo conocer el resultado, sea cual sea la pregunta", incluso la del PP, pero pidió que pregunten también en Cataluña y Euskadi si hay una sola nación en el Estato.

El portavoz del BNG, Francisco Rodríguez, recalcó que hay que tener en cuenta a las comunidades autónomas "como entes políticos con voluntad política propia", y recalcó que esta iniciativa profundizaría "en una correcta descentralización que asumiera su carácter político y no puramente administrativo".