El texto fue presentado en rueda de prensa por el portavoz socialista en la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados, Jaime Lissavetzky.

Los socialistas sugieren que ese aumento retributivo se extraiga de lo que se llama "investigación militar" y que, según los socialistas es simplemente "fabricación repetitiva" de efectivos militares.

Denuncian, en este sentido, que más de uno de cada tres euos que el Ejecutivo destina a I+D+I sirven en realidad para fabricar unidades de Eurofighter 2000, de Fragatas F-100, aviones de combate P-3 Orion, o carros de combate Leopard.

Para 2003 el Gobierno ha incluido también en este capítulo, denuncian desde el PSOE, la fabricación de helicópteros de ataque, del submarino S80, de un buque de desembarco de tropas, de unidades del carro Pizarro, y del desarrollo del misil Meteor.

Lissavetzky se refirió también al nombramiento de Emilio Lora-Tamayo como pesidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Precisó en primer lugar que se trata de un curriculum "adecuado", con una reconocida capacidad de trabajo y que además conoce este organismo.

Sin embargo, recordó que se trata del tercer presidente del CISC en esta legislatura que aún no ha finalizado, por lo que expresó sus duDas acerca de la capacidad que tendrá Lora-Tamayo para superar las actuales dificultades del CSIC.

Esas dudas no provienen del mismo Lora-Tamayo, matizó Lssavetzky, sino de la constatación de que el proyecto del Gobierno para relanzar la investigación en España ha fracasado y el CSIC tiene dos problemas.

El primer de ellos, explicó, es "su falta de autonomía" debido al corsé burocrático en el que le ha sumido la gestión del Ministerio de Ciencia y Tecnología y, el segundo, su escasez de recursos y las duras condiciones en las que trabaja su personal investigador.