Según publica hoy el periódico "El Mundo", un militante socialista de Jaén, Manuel Aguilar, introdujo en la urna 65 papeletas en favor de Almunia, a cambio de un puesto de trabajo. Aguilar asegura que el consejero de la Presidencia de Andalucía, Gaspar Zarrías, ordenó y supervisó el "pucherazo".

El propio Almunia explicó en los pasillos del Congreso que ayer mismo le anticiparon la publicación de una noticia en este sentido y habló con el presidente andaluz, Manuel Chves, con Gaspar Zarrías, y también con el secretario de Organización, Cipria Ciscar, al que pidió la reunión de la Comisión de Garantías.

Almunia quiere que este órgano "llame a declarar inmediatamente a todos los compañeros que aparecen mencionados en esa noticia, para que se esclarezcan los hechos rápidamente, si puede ser el mismo jueves, y para que se depuren las correspondientes responsabilidades".

Explicó que ayer mismo Chaves y Zarrías comenzaron a desmentir los hechos apuntados por la infrmación, y ambos le garantizaron que durante el día de hoy habrá "sucesivos desmentidos por parte de muchos de los compañeros que aparecen citados" en ella.

REGLAS DEL JUEGO

"Yo me fío de la palabra de Gaspar Zarrías en el desmentido de los hechos, pero quiero que el órgano competente del partido, la Comisión de Garantías, emprenda una investigación lo más rápida, urgente y exhaustiva posible, porque toda mi vida he luchado porque se respeten las reglas del juego de la democracia, dentro y fuera de i partido, y no voy a tolerar que nadie las conculque", aseguró Almunia.

Además, afirmó en tono tajante que si el militante que ha denunciado el caso a "El Mundo" dice la verdad, "será a partir de entonces un ex compañero".

"No voy a tolerar que nadie convierta un mecanismo de participación democrática de todos los afiliados y afiliadas del partido, como son las elecciones primarias, en una causa de quiebra de las reglas del juego democrático, que exijo que se cumplan en mi partido, como me gustaía que se cumplieran en todos los demás".