PSOE. IBARRA PIDE QUE SE VALORE L CANDIDATURA DE GUERRA Y QUE NO SE "DEMONICE" A UNO DE LOS PRINCIPALES ACTIVOS DEL PARTIDO

- Pide la inclusión de Guerra en una segunda ronda de contactos y avanza que su exclusión sería el detonante de la formación de una corriente interna organizada

- Anuncia que no vetará ninguna opción y asegura que su valoración sobre Almunia "ha ganado muchos enteros" desde que ocupa la Secretaría General

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Junta de Extremadura y secretario general del PSOEen esta comunidad, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pidió hoy a Joaquín Almunia que se valore la posibilidad de que Alfonso Guerra sea el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, que no se le "demonice" porque está capacitado para esta responsabilidad, y que se le tenga en cuenta en una segunda ronda de contactos para que el elegido cuente con el máximo consenso.

Rodríguez Ibarra, que permaneció más de una hora reunido con Almunia en su despacho de la sede del PSOE, le dejó también "sobre la msa" los nombres del alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, y el de la candidata europea, Rosa Díez, y le pidió una segunda ronda de contactos más amplia, en la que estén todos aquéllos que han prestado grandes servicios al partido y al país. Como ejemplo, citó a Felipe González, Guerra, José María Benegas, José Luis Corcuera o Alfredo Pérez Rubalcaba.

Además, restó relevancia a quienes ven en Guerra "el pasado", al subrayar que entró en el Gobierno socialista de 1982 "el mismo día" que Felipe Gonzálz y Joaquín Almunia, por lo que si alguno de ellos refleja el pasado, los otros dos también.

El presidente extremeño dejó claro desde el primer momento que habla en nombre propio, no en nombre de ninguna minoría, "porque nadie me ha dado su representación", y condicionó la posible formación de una corriente interna organizada a la búsqueda del máximo consenso y a la valoración por igual de todas las posibilidades.

FORMACION DE UNA CORRIENTE

En este sentido, insistió en que el elegido no tiene pr qué ser necesariamente de la mayoría, de la minoría, o de la dirección del partido, y subrayó como criterio básico que no se excluya a nadie, ni como posible candidato ni en la ronda de contactos, y que se elija por consenso.

Puesto que el propio Guerra ha asegurado que se plantearía la posibilidad de presentarse si la elección se hiciera por primarias, pero lo descarta si la votación depende de un órgano "reducido" como el Comité Federal, Rodríguez Ibarra sugirió que este órgano podría "revocar" sudecisión y reestablecer las primarias en lugar del procedimiento aprobado el pasado domingo.

En todo caso, advirtió que si no se cuenta con Guerra en estos contactos "puede haber un sector del partido que considere que sus servicios ya no son necesarios y, en ese caso, tendría dos alternativas: marcharse para su casa o intentar convertirse en mayoría. Espero que nadie nos lleve a contemplar alguna de esas dos fórmulas", remachó.

En este sentido, explicó que Almunia le ha sugerido "que no le disgutaría" la formación de esa corriente para que se identificaran claramente las posiciones dentro del partido. Sin embargo, alertó del riesgo de que el proceso de formación provoque tensiones internas.

"Cuanta más paz tengamos mejor para todos, pero si una minoría aspira a ser mayoría habrá más discusión que si todos nos consideráramos dentro de la mayoría y a todos nos dieran una participación. Sobre todo", agregó, "que no haya vetos" como los que, en su opinión, hubo en el 34 Congreso. "Yo no voy a poer ni un sólo veto", aseguró.

Rodríguez Ibarra enumeró los requisitos que debería reunir, desde su punto de vista, el candidato adecuado: que quiera ganar las elecciones, que se identifique con un partido laico, defensor de lo público, de la igualdad de oportunidades y de la redistribución de la riqueza, identificado con sectores de izquierda, acreditada experiencia de gobierno y de liderazgo, una inteligencia que supere a la del adversaio político, y que sepa transmitir "con mucha decisión la idea dela España constitucional autonómica".

"Estas características las reune sin duda Alfonso Guerra y por eso es mi candidato", agregó Rodríguez Ibarra, que elogió además la capacidad negociadora demostrada por el ex vicepresidente del Gobierno, y recordó que con él en el Ejecutivo y en el partido, el PSOE obtuvo diez millones de votos. "No parece que Alfonso Guerra espantara el voto de centro", apostilló.

El presidente extremeño puntualizó también que, aunque no le gustan las primarias, el procedimieto de contactos personales emprendido por Almunia le agrada "todavía menos", porque la capacidad de decisión ha pasado de 350.000 militantes a "18 ó 20 personas".

PROCEDIMIENTO "VICIADO"

Este procedimiento le parece "viciado, desagradable y comprometido", porque hay que transmitirle la opinión sobre el candidato a una persona que está siendo propuesta para ese papel, algo que "no deja de ser un trago". A pesar de todo, explicó que la conversación de hoy ha sido "muy sincera", y aprovechó para reconoer que su valoración personal y política de Almunia "ha ganado muchos enteros" desde su elección como secretario general.

Precisamente por el "aprecio" que le tiene, explicó, le ha dicho que su papel "histórico" en este momento es buscar el máximo consenso en torno al candidato y no excluir a ninguna parte del partido. "Si yo quisiera buscar en nombre de un grupo una mejor posición en el partido, tendríamos que intentar potenciar lo que creemos que es peor, para que se perdieran las elecciones y teneruna amplitud enorme en un congreso extraordinario", apuntó.

Al hilo de esta reflexión, matizó de nuevo que no está en contra del procedimiento aprobado por el Comité Federal, sino de la ronda de contactos individuales abierta por Almunia, y ante la que prefirió una "reunión de hombres y mujeres buenos".

Rodríguez Ibarra aprovechó este punto para puntualizar su petición de un encuentro entre González y Guerra, y advertir que tiene derecho a invitarlos a su mesa, y que nadie se puede "rasgar las vetiduras" si lo interpreta como una "reunión de notables". "He participado en no menos de cuarenta reuniones de este tipo, y se siguen haciendo", afirmó.

Desde sus primeras frases, el líder de los socialistas extremeños reiteró en diversas ocasiones que su opinión es personal y no está "condicionada" por la mayoría ni por ninguna minoría. "No tengo que renegar de nadie porque a nadie le debo nada", dijo nada más sentarse ante los periodistas, y tras referirse explícitamente a González, a Guerra y a Almnia.

Acto seguido, aclaró que tampoco pretende "mejorar posiciones personales o políticas", ni cerrar con la elección del candidato las heridas abiertas con la conclusión del 34 Congreso, en el que la dimisión de Felipe González abrió el paso de Almunia a la Secretaría General.

(SERVIMEDIA)
30 Jun 1999
CLC