En el I Encuentro Empresarial organizado por Icogam, el portavoz de Economía del PSOE en el Congreso, Pedro Casares, y el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, compartieron estos puntos de vista sobre la jornada que aconteció ayer en el Congreso de los Diputados.

Por un lado, la Cámara Baja dio luz verde a las cuentas públicas y las remitió al Senado por tercer año consecutivo, lo que para Casares es una prueba de “estabilidad política”. Bravo, en cambio, cargó contra la aprobación de los gravámenes a las grandes energéticas y a la banca, así como contra la creación de un 'impuesto de solidaridad' dirigido a aquellas comunidades donde no existe el Impuesto de Patrimonio.

Ambos mantuvieron un tono sosegado y tranquilo. No debatieron porque participaron en intervenciones distintas –aunque seguidas– y, de hecho, Bravo felicitó a Casares por su “exhibición brillante” del papel de la Unión Europea en la crisis actual.

PRESUPUESTOS

Tras su discurso, el diputado socialista celebró la aprobación de las terceras cuentas públicas del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, y defendió que el hecho de que “la política aporte estabilidad a la economía” de este modo es bastante importante.

Señaló que esta circunstancia es aún más relevante en un “contexto de muchísima fractura” como el actual, y en el que PSOE y Unidas Podemos han logrado “una mayoría holgada” para apoyar los presupuestos. “Es clave y lo saben hoy muchos empresarios y los mercados internacionales, y da credibilidad a la economía española”, ahondó.

No obstante, reconoció que España tiene “problemas económicos” y rehusó “negar la realidad”. No obstante, indicó que la economía española crecerá “por encima del 4%” en 2023 y, aunque la inflación sea “alta”, es “la segunda más baja de la zona euro”.

IMPUESTOS A ENERGÉTICAS Y BANCA

El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, optó por exponer ante los asistentes el plan económico de su partido ante la crisis inflacionaria y puso el foco en el empleo.

Posteriormente, fue preguntado directamente por la proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos para establecer gravámenes a las grandes energéticas y la banca, así como un impuesto de solidaridad a las rentas más altas, y cargó entonces la “ideología fiscal” del Ejecutivo.

Así las cosas, reiteró que las comunidades del PP recurrirán “el impuesto al patrimonio bis” planteado por los partidos del Gobierno, y se mostró seguro de que el dinero que paguen los contribuyentes a los que se les aplique este tributo se acabará devolviendo.

Sobre los impuestos a las grandes energéticas, insistió en la necesidad de gravar la facturación y no los ingresos, y subrayó que, con el modelo actual, se eleva la presión fiscal sobre compañías que pueden tener pérdidas y no necesariamente beneficios extraordinarios, que era el objetivo de la medida en un primer momento.

LOS CIUDADANOS, PESIMISTAS

Antes de los dos políticos, intervino el director general de Metroscopia, Andrés Medina, para explicar cuáles son las impresiones de los ciudadanos ante el contexto actual.

Afirmó que las encuestas de su compañía revelan que los ciudadanos opinan que “España no funciona”. “Tres de cuatro lo dicen […]. Por tanto, son los de una camiseta y los de otra camiseta”, explicó. Este dato “se extiende” a la economía, donde el 70% observa problemas, y a la vida política, donde el 80% cree que “no funciona como debería”.

“El diagnóstico es de un país averiado”, explicó Medina, quien señaló que los españoles son “muy duros” con los políticos y los periodistas, creen que “funcionan mal y son parte del problema”. Desde Metroscopia consideran así que existe un “cierto aroma” a 2011, pero que, a diferencia de entonces, la sociedad está “tranquila” y “cansada”, y no “enfadada” o con miedo.