Diego López Garrido se felicitó en una rueda de prensa por la celebración de ese debate "histórico", que demostró la capacidad del Parlamento de afrontar "cualquier debate democrático, incluso aunque se plantee un debate, como intentó el PP, sobre la unidad de España, que no está en cuestión".

Se mostró convencido de que el debate fue "pedagógico" y también clarificador, ya que cada uno dejó claras sus posiciones y también se visualizó el estado de las relaciones entre las fuerzas políticas, con un PP "absolutamente aislado".

A partir de ahora, explicó, hay siete grupos parlamentarios dispuestos a mejorar la reforma estatutaria con sus enmiendas, y la incógnita es si el PP permanecerá "en su cerrazón, en el no querer debatir, en el portazo a lo que propone el noventa por ciento del Parlamento catalán", o se une a esa tarea.

Pese a la posición del PP en el debate de toma en consideración de este proyecto, los socialistas mantienen su "mano tendida" para que el principal partido de la oposición se una al consenso.