La huelga irá acompañada de una manifestación, que partirá de la plaza de Colón a las siete de la tarde. El mismo día 10, los alumnos de sexto de primaria de la Comunidad realizarán el examen de Conocimientos y Destrezas Imprescindibles (CDI).

Los convocantes declararon no estar en contra de que se realice esta "prueba de diagnóstico", y pidieron al consejero de Educación, Luis Peral, que "no se parapete detrás de este examen, a la hora de contabilizar los profesionales que irán ala huelga y a la manifestación, ya que nadie intenta boicotear" la prueba.

A su juicio, estos servicios mínimos, a pesar del examen, deben ser "los habituales", es decir, el director del centro, el jefe de estudios y un ordenanza.

Por otro lado, se mostraron en contra de que se publiquen los resultados de la prueba, a modo de 'ranking', como se hizo el año anterior. Peral ha afirmado que no se hará, pero los convocantes de la huelga no confían en su promesa.

Los convocantes de la huelga y la manifestación son la Plataforma por la escuela Pública de Madrid (que integra a la Federación de Asociaciones de Padres "Giner de los Ríos", los Movimientos de Renovación Pedagógica, las Federaciones de Asociaciones de Vecinos de Madrid y el Sindicato de estudiantes), IU-Madrid, PSM, los sindicatos UGT, CCOO, CSIT- UPE, CSIF y ANPE, y la federación de estudiantes FACAE.

PSM e IU-Madrid se han adherido a las reivindicaciones de estas organizaciones, y apoyarán la manifestación. Asimismo, contará con el apoyo de los rectores de las universidades públicas de la comunidad, según apuntó el secretario general de CCOO-Madrid, Javier López.

Todos los convocantes exigen al gobierno de Esperanza Aguirre que cumpla el Acuerdo para la mejora de la Calidad del Sistema Educativo, firmado el 9 de marzo de 2005. Según explicó el responsable de educación de CCOO-Madrid, Francisco García, el cumplimiento de este acuerdo pasa por poner en marcha una nueva normativa, para la distribución equitativa del alumnado "con dificultades" en centros públicos y concetados.

Asimismo, incluye, según García, la creación de un plan de convivencia en ESO para la Comunidad de Madrid, el aumento de las plantillas de profesores y su estabilidad laboral, la diversificación de nuevos perfiles profesionales adaptados a las nuevas realidades (monitores, cuidadores, mediadores sociales, auxiliares sanitarios, etcétera) y el refuerzo de la Formación Profesional. Además, supone la creación de más plazas en Educación Infantil.

Todos los convocantes insistieron en que las familias madrileñas prefieren la escuela pública, pero se ven obligadas a optar por la concertada, dado el escaso número de nuevas plazas que se crean en la red pública. Un problema que se ve agravado por la "cesión de suelo público a centros concertados".

Según el secretario general de UGT-Madrid, José Ricardo, el Gobierno del PP en Madrid pretende crear una "sociedad dual", y ha cedido este año 37 terrenos a centros privados "que discriminan a los alumnos por razón de género y los segregan".

"La sociedad madrileña quiere una educación pública para que nuestros hijos tengan iguales derechos que los hijos de los que más tienen", añadió. En su opinión, "el gobierno del PP en Madrid es el más sectario de toda España", y arremetió especialmente con la labor del consejero de Educación, Luis Peral.

Los sindicatos convocantes reivindicarán también en la huelga, a la que están convocados más de 40.000 profesores y más de 3.000 trabajadores de administración y servicios, que se negocie un acuerdo sectorial, para mejorar las condiciones socio-laborales de estos trabajadores.