Tras explicar que "romper esa relación es muy grave", aseguró que se está imponiendo, a raíz de las decisiones de Lamela, la "medicina defensiva" y que "me consta que hay ciudadanos que están muriendo mal, con dolores".

"Una de las cosas que más nos preocupa a los médicos es trabajar lo mejor posible y ya estábamos funcionando en clave defensiva", explicó el doctor Fernández, que llamó la atención por el hecho de que "muchas pruebas que se piden al paciente se mandan como protección al profesional y no siempre son necesarias".

Indicóque "la crisis de confianza generada por la irresponsabilidad de Lamela agudiza hasta el infinito la medicina defensiva. En este momento, en Madrid, aparte de que hay pacientes en los pasillos del Severo, los médicos de urgencia se toman muchísima más precaución".

"Hay ciudadanos que en estos momentos estarán muriendo mal, con dolores, ahogándose, porque me consta que los médicos de urgencias no están utilizando, porque no se atreven, las dosis adecuadas para que los pacientes mueran bien".

Afirmó que el "daño a la relación médico-paciente es tremenda", dijo refiriéndose a Lamela, al que acusó de "colocar a los profesionales en una situación de defensa anormal".

Destacó que el que "paga todas las consecuencias de la irresponsabilidad de Lamela es el paciente", porque el médico "se retrae en diagnósticos y tratamientos y no actúa con libertad sino con miedo".

Aseguró que seguirán las movilizaciones para exigir la dimisión del consejero de Sanidad y que "presentaremos en el Parlamento regional una interpelación sobre política hospitalaria del Gobierno regional en general y una moción de reprobación, el 21 de abril, contra Lamela".

Fernández explicó que "si no dimite estará contaminada toda su gestión y, haga lo que haga, será siempre el consejero que desprestigió al Severo Ochoa".