A su juicio, “se trata de una incoherencia difícil de justificar” atendiendo a los datos relativos a estas patologías, como los casi 4.000 suicidios anuales, las tasas de ansiedad y depresión que superan el 30 y el 20% respectivamente, que las urgencias atiendan cada vez a más adolescentes con ideación suicida, las consultas desbordadas y listas de espera que superan los seis meses para recibir atención psicológica.

Por ello, la organización urgió a incluir la salud mental como una prioridad del SNS incorporando la psicología en la Atención Primaria, para conseguir con ello que no se la relegue a seguir siendo, a su juicio, “un servicio de difícil acceso para muchos ciudadanos”, que tiene especial incidencia en la población vulnerable y con menos recursos económicos, que no puede pagar la asistencia a las consultas privadas sobre las que actualmente se sustenta la atención psicológica en España.

“Atender los problemas en Atención Primaria y dar a la atención a la salud mental el lugar que le corresponde es, además de coste eficiente, una obligación ética de nuestros responsables políticos”, concluyeron desde el Consejo.