Según explicó hoy la entidad en un comunicado, esta iniciativa, enmarcada en el compromiso de la compañía con el desarrollo sostenible, ha posibilitado una reducción equivalente a las emisiones de las actividades domésticas de unas 4.500 familias durante un año.

Los resultados finales del programa subrayan que la estación del año en la que se ha ahorrado más CO2 ha sido el verano, y entre las acciones concretas con mayor seguimiento por parte de los participantes figuran la sustitución de más de 2.650 bombillas o la disminución de 1 ó 2 grados en la calefacción.

Asimismo, el 60% de los participantes se ha cambiado a la factura electrónica, lo que ha supuesto un ahorro importante de papel; el 70% ha comenzado a reciclar vidrio y, en términos generales, buena parte de los hogares ha sustituido en alguna manera el transporte privado por el público, lo que ha evitado la emisión de casi 400 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Las personas que han colaborado con esta iniciativa de Iberdrola, añade la compañía, no sólo han disminuido sus emisiones, sino que además "han impulsado la eficiencia energética y el ahorro de costes en el hogar y han mejorado sus conocimientos ambientales".

Disminuir la temperatura de la calefacción en invierno y aumentar la del aire acondicionado en verano ha sido una de las recomendaciones de Iberdrola.

Otros de los consejos han sido utilizar bombillas de bajo consumo, con lo que cada casa podría ahorrar cada año 115 kilowatios hora y 45 kilogramos de emisiones, o viajar en transporte público, ya que un autobús o un tren emiten menos de la mitad de CO2 que un coche por cada pasajero transportado y kilómetro recorrido.

Reciclar las botellas de bebida para ahorrar gran parte de las emisiones de CO2 que se emiten durante su primera fabricación, encender sólo las luces que se necesiten o no dejar la televisión en modo "stand by", han sido otras de las medidas planteadas en el marco del proyecto "Huella Verde Iberdrola".