Así se desprende del Informe 2023 de resultados del Fondo Mundial, publicado este lunes, que recoge los avances en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, tras la "pérdida de terreno" experimentada por la pandemia de covid-19.

A ello se unen otros desafíos, como "el cambio climático, los conflictos y el aumento de las desigualdades y de las amenazas a los derechos humanos", que según el Fondo, "hacen peligrar cada vez más la meta de acabar con el sida, la tuberculosis y la malaria para 2030".

"Trabajando juntos, la asociación del Fondo Mundial ha salvado 59 millones de vidas a lo largo de las últimas dos décadas", explicó Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial. Añadió que "a pesar de los resultados sin precedentes que se consiguieron en 2022, no alcanzaremos las metas de 2030 si no adoptamos medidas extraordinarias".

Además, según los resultados, desde 2002, los programas del Fondo Mundial “han reducido en un 55% la tasa de mortalidad combinada del sida, la tuberculosis y la malaria”.

El Fondo reconoce los esfuerzos de las comunidades, los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y de sus asociados técnicos, por los que “los programas de VIH, tuberculosis y malaria se han recuperado con firmeza del impacto de la Covid-19 y han conseguido algunos resultados sin precedentes”.

"Para acabar con estas enfermedades, debemos seguir invirtiendo en innovaciones y acelerar al mismo tiempo las acciones dirigidas a erradicar las graves desigualdades que alimentan el VIH, la tuberculosis y la malaria", señaló el Fondo Mundial.

MENOS MUERTES POR VIH

En los países donde se desarrollan los programas del Fondo Mundial, las muertes relacionadas con el sida se redujeron un 72% entre 2002 y 2022. También los programas de VIH se recuperaron en gran medida del impacto de la covid-19 y el número de personas que recibieron servicios de prevención del vih aumentó considerablemente. Sin embargo, las tasas de infección están creciendo en muchas partes del mundo.

“Para frenar esta tendencia, debemos seguir invirtiendo en iniciativas dirigidas a eliminar los obstáculos relacionados con los derechos humanos y el género en los servicios de salud”.

El Fondo Mundial proporciona la mayor parte, un 76%, de toda la financiación internacional destinada a la tuberculosis. En los países donde invierte, las muertes por tuberculosis, sin contar a las personas seropositivas, se redujeron un 16% entre 2002 y 2021.

MEJORAS EN TUBERCULOSIS

Por otra parte, en 2022, los programas de tuberculosis aceleraron sus avances y no solo recuperaron el terreno perdido en 2020, sino que consiguieron mejorar los resultados de 2019 previos a la pandemia.

Además, en 2022, se registró un aumento de 1,4 millones de personas diagnosticadas y tratadas en comparación con 2021. Entre las innovaciones realizadas por la entidad destacan "la integración del cribado de la tuberculosis con otras enfermedades y nuevos tratamientos como los de la tuberculosis farmacorresistente".

Además, el Fondo Mundial proporciona el 65% de toda la financiación internacional destinada a programas de malaria. En los países donde se realizan estas inversiones, las muertes se redujeron un 27% entre 2002 y 2021.

Por último, en 2022, se aumentaron las pruebas de casos sospechosos de malaria y se respaldando iniciativas "como la quimioprevención de la malaria estacional, para intensificar la lucha contra la enfermedad", concluyó el Fondo.