Así, el reportaje cuenta como en estos Juegos Paralímpicosque se celebran cada cuatro años, al igual que los Juegos Olímpicos, los atletas se sienten más cerca de una meta de integración social porque casi todo el mundo conoce lo que pueden llegar a alcanzar. Dada esta situación, estos deportistas de élite, a pesar de regresar con medallas, no obtienen el mismo reconocimiento y el mismo aplauso que los que participan en los JJ.OO.

El trabajo, además, revela a los telespectadores ese trato discriminatorio a través de un deportista que no siempre ha sufrido una discapacidad, y que ha sido galardonado tanto antes como después de tenerla. Se trata de Javier Otxoa.

El 15 de febrero del 2001 un automóvil atropelló a Ricardo y Javier Otxoa en una carretera cerca de Málaga. Eran hermanos, gemelos y ciclistas profesionales con un extenso palmarés deportivo. Javier había conseguido tan sólo unos meses antes vencer a Amstrong en la difícil etapa de Autacan del Tour de Francia. Ricardo, falleció sobre el asfalto; Javier sobrevivió al accidente, aunque con graves secuelas que le acompañarán ya el resto de su vida.