Ibarra, en una entrevista concedida a la web de la Obra Social de la CECA, www.obrasocialcajas.org, editada por Servimedia, asegura que la avalancha actual que existe en el mercado sobre productos enriquecidos preocupa a muchos expertos en salud.

"A veces da la sensación de que lo que sale en la televisión tiene que ser bueno y, además, debe ser mejor que cualquier otro que no salga", asegura.

"Lo importante es formar e informar al consumidor para que tenga toda la información a su alcance sobre los productos alimenticios y, a partir de ahí, sea libre de elegir si quiere comprar un determinado alimento o no", añadió Ibarra.

"La publicidad hace un trabajo muy bueno porque el objetivo del publicista es impresionar al consumidor para incitarle a comprar y consumir un determinado alimento. Y lo que el consumidor muchas veces desconoce es que, detrás de todas esas magnificas cualidades de un producto, hay determinados aspectos que no son tan positivos, pero evidentemente estos no se nombran", continúa.

Montserrat Ibarra señala que España cada vez se aleja más del modelo de la dieta mediterránea "y nos estamos acercando poco a poco a ese modelo de alimentación americano mucho menos saludable".

Sin embargo, matiza que nunca es tarde para "reengancharse a una dieta sana, ya que hay que pensar que una dieta equilibrada forma parte de un estilo de vida saludable, junto a otros como la práctica de ejercicio acorde con las posibilidades, evitar el tabaco, tomar alcohol con moderación etc. Siempre se está a tiempo de adquirir estos hábitos saludables que seguro repercutirán positivamente en la salud de la persona".

LA TERCERA EDAD

Por su parte, Ibarra asegura que cada colectivo tiene unas características diferentes y, por tanto, unas necesidades nutricionales distintas.

Por ello, colectivos como el de la tercera edad necesitan una alimentación específica, ya que "sufren unos cambios fisiológicos en su organismo que repercuten en la alimentación: se ralentiza el tránsito intestinal favoreciendo el estreñimiento; disminución del tejido muscular, del agua y aumento del tejido graso, con la consecuencia de una disminución de las necesidades calóricas; cambio en la constitución del tejido óseo etc", sin olvidarnos de la ingesta diaria de fármacos que pueden disminuir sentidos como el del gusto y el olfato.

Por último, esta enfermera da una serie de consejos para los consumidores a la hora de acudir a la compra: "hacer una lista de la compra e intentar no dejarse embaucar por productos vistosos que no necesitamos, y, sobre todo, no ir a comprar cuando se tiene apetito, porque está demostrado que compramos más productos y más superfluos".

Los cursos organizados por la Fundación Caixa Sabadell tendrán lugar en Sant Adria de Besos (Barcelona) y continuarán los días 10 de mayo, 21 de septiembre y 16 de noviembre del 2005.