En 1996, Iberdrola inició la tarea de certificar sus instalaciones de producción con la central nuclear de Cofrentes, primera central española de generación eléctrica que obtenía este tipo de reconocimiento a su sistema de gestón medioambiental.

Este esfuerzo se ha extendido a todas las centrales térmicas de la compañía, logrando en 1997 la certificación AENOR para las de Castellón, Aceca y Velilla y, en 1998, para las de Lada, Santurce, Pasajes y Escombreras.

Según informó hoy la compañía eléctrica, en las cuencas centrales hidráulicas también se ha implantado el Sistema de Gestión Medioambiental y está prevista su certificación a lo largo de los años 2000-2001, con lo que se completará el objetivo de conseguir el cerificado de AENOR para toda la generación de Iberdrola.