Por subsectores, la producción de la energía subió un 20,4%, mientras que la industria de extracción y transformación de minerales no energéticos y la industria química aumentaron un 8%, la industria metalúrgica y la mecánica de precisió se incrementaron un 1,5% y las industrias alimentaria, textil y de papel un 2,1%.

Por productos concretos, destaca el aumento del 56,4% en el refino de petróleo y del 21,4% en la extracción y preparación de minerales metálicos. Por el contrario, la fabricación de material electrónico cayó un 0,4%, mientras que la elaboración de alimentos, bebidas y tabaco permaneció estancada.

En cuanto al destino económico de estos bienes, la producción de los intermedios subió un 10,2%, los de consumo se increentaron un 0,6% y los de equipo un 1,8%.