En la ofrenda nacional que conmemora cada año el traslado de los restos del apóstol Santiago desde Jerusalem a la catedral compostelana, el príncipe de Asturias tuvo palabras de aliento para marginados, jóvenes y dsempleados.

El heredero de la Corona, que representó al rey don Juan Carlos en la ceremonia, dijo que viajó a Galicia como el último de los centenares de miles de jóvenes que acudieron este año a rendir culto al apóstol, al que pidió, en nombre de todos los jóvenes, ayuda y protección para ocupar "el lugar que nos corresponde y dejar huella permanente y fecunda en nuestra historia".

Asimismo, reclamó ayuda para los jóvenes en paro y rogó al apóstol que les enseñe a no desesperar y que no les permta caer en la desmoralización. "Ilumínales el camino de la propia realización que, no por lejano, ha de ser inalcanzable", subrayó.

En su respuesta a las palabras de don Felipe de Borbón, el arzobispo de Santiago, monseñor Rouco Varela, agradeció el esfuerzo a los millares de personas que peregrinaron a Santiago este año, en especial a los más jóvenes.

Mañana será clausurada la Puerta Santa de la catedral de Santiago, por la que durante este año han pasado la mayoría de los casi siete millones devisitantes que acudieron a la capital gallega. La Puerta Santa no volverá a ser abierta hasta 1999, cuando se celebre el nuevo año Santo.