PRINCIPE ASTURIAS. LOS MISIONEROS PIDEN UNA "INTERVENCION URGENTE" EN RUANDA PARA FRENAR LA GUERRA
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Responsables de las órdenes, congregaciones e instituciones humanitarias que mantienen personal y misioneros en Ruanda y Burundi manifestaron hoy a Servimedia su "satisfacción y agradecimiento" por la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 1994.
Sin embargo, vrios responsables misioneros apuntaron la necesidad de que estos premios "pasen del reconocimiento a la acción", e incluso alguno indicó que "lo que hace falta no es un premio, sino una intervención internacional militar para evitar que se desangren en matanzas".
Entre ellos, Francisco Ortuondo, prior de los Padres Blancos, una de las congregaciones más activas en Ruanda, manifestó a Servimedia que "el premio está bien, pero el problema importante no son los misioneros, sino los siete millones de persnas que están sufriendo y están siendo asesinadas".
Ortuondo insistió en que el mejor reconocimiento a la labor de los misioneros sería una intervención internacional que frenara la guerra, y "un mayor conocimiento de la realidad y necesidades de Ruanda, un país de cuya gente no se ha hablado desde la matanza de gorilas (que testimomia la película 'Gorilas en la niebla')".
Antes de iniciarse las últimas matanzas, unos 97 misioneros españoles, de los que 75 son mujeres, trabajaban en Ruanda y Burudi. De ellos, la mayoría realizaban su labor en Ruanda (77, de los que 58 eran mujeres), según datos aportados a esta agencia por fuentes de la organización Obras Pontificias y Misionales.
Por su parte, Dolores García Yagüe, portavoz del Instituto Misionero de Jesús, María y José, una de las congregaciones más mencionadas en los últimos días, manifestó a esta agencia que el premio "es no sólo un reconocimiento a todos los misioneros de Ruanda y de Burundi, sino a todas esas personas que están viviendopara ayudar a los demás".
(SERVIMEDIA)
22 Abr 1994
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