LAS PRINCIPALES PRESTACIONES SOCIALES TIENEN UN EFECTO CLARAMENTE REDISTRIBUIDOR DE LA RIQUEZA, SEGUN EL IEF
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Las principales prestaciones sociales proporcionadas por la Administración son claramente progresivas, porque su financiación recae sobre todo n los contribuyentes más acomodados, y tienen un efecto nítidamente redistribuidor de la riqueza, dado que van a parar a las personas económicamente más desfavorecidas.
Así se desprende de un informe realizado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), dependiente de la Secretaría de Estado de Hacienda, titulado "Descomposición de la progresividad y redistribución de las transferencias públicas", al que tuvo acceso Servimedia.
El estudio analiza el efecto en la distribución de la renta del seguo de desempleo, de las prestaciones de jubilación, invalidez, de las pensiones no contributivas de vejez e invalidez, del salario social y de las becas.
Su análisis muestra que la prestación más progresiva es el salario social, que administran las comunidades autónomas y al que tienen derecho las personas sin recursos económicos que acrediten un mínimo periodo de residencia en un determinado lugar.
También son especialmente progresivas las pensiones no contributivas de invalidez y vejez, impulsads por el Gobierno socialista, de la que son beneficiarios quienes no han cubierto el tiempo necesario de cotización para percibir una prestación contributiva.
Las prestaciones de un carácter menos acusadamente progresivo son las becas, debido a que a ellas también tienen acceso sectores más acomodados de la población que pueden mandar a sus hijos a estudiar a la universidad, por ejemplo.
Los autores del informe señalan que, aunque no tiene un carácter tan progresivo como las prestaciones no asistnciales, la prestación con un mayor efecto redistribuidor de la renta es la pensión de jubilación, porque canaliza unas cantidades de dinero notablemente mayores.
(SERVIMEDIA)
12 Feb 1996
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