PRESUPUESTOS. ZAPATERO IRRUMPE EN EL DEBATE PRESUPUESTARIO POR SORPRESA Y PROPONE REDUCIR EN RES EL NUMERO DE MINISTERIOS
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El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, irrumpió hoy por sorpresa en el debate presupuestario y propuso reducir en tres el número de ministerios, fusionando Administraciones Públicas con Presidencia e integrando Hacienda en Economía, y Ciencia y Tecnología en Educación.
El PSOE, que durante los últims semanas había negado que Zapatero fuera a participar en el debate de presupuestos, escenificó la irrupción de Zapatero en el cartel de la tarde presupuestaria y confundió incluso a la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudí, que anunció al portavoz de Economía del PSOE, Jordi Sevilla como adversario de Montoro en el debate.
Sevilla llegó incluso a levantarse de su escaño y Zapatero le dirigió un gesto de "déjamelo a mí", según la expresión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que califió a Sevilla de "sobrero" (el toro que es devuelto a los corrales por algún defecto que le imposibilita para la lidia), mientras de Zapatero dijo que adoptaba la postura de los "toreros con problemas para entrar a la plaza".
A partir de ese momento, la tarde del hemiciclo cambió de color. La expectación aumentó varios puntos y Zapatero comenzó a desgranar su discurso, más político que económico, en el que lanzó varios mensajes al Gobierno, tanto al ministro Montoro como al presidente Aznar.
Zapateo inició su exposición haciéndose valer ante Aznar, al que espetó que allí le tenía, defendiendo los presupuestos como le habían pedido reiteradamente desde el Gobierno, y dando a entender que el presidente del Gobierno no hizo lo mismo.
ANTISOCIALES
A partir de aquí, criticó la escasa credibilidad de las cifras presupuestarias y tachó las cuentas para el 2003 como "antisociales, autoritarias y antiguas".
El líder del PSOE pidió la creación de una Oficina Presupuestaria, denunció el repunte de a inflación, la mala calidad en el empleo y la "burbuja inmobiliaria" que impide a los españoles acceder a una vivienda a un precio justo.
Por todo, lanzó una batería de propuestas, que pasan por destinar más dinero a seguridad (más policías y más guardias civiles), una gran acuerdo de I+D, para luchar contra la precariedad laboral -tras la marcha atrás en el "decretazo"- y que se congelen las subidas de la luz y el teléfono.
Para rebajar el gasto, Zapatero propuso hacer desaparecer tres ministeros: el de Ciencia y Tecnología, que se uniría a Educación; el de Hacienda, que volvería a estar unido a Economía; y el de Administraciones Públicas, que se juntaría con el de Presidencia.
También propuso una Agencia para controlar la evolución de las políticas públicas y que el presidente de la Agencia Tributaria no pueda haber ejercido de asesor tributario en alguna gran empresa.
Con todo, aseguró que el PSOE es partidario del equilibrio presupuestario y de la estabilidad, si bien advirtió que "o de manera fundamentalista", como hace, a su juicio, el Gobierno.
Por último, Zapatero puso en duda la talla política de Montoro al espetarle que, "cuando usted hace unos días se descartó de la carrera sucesoria, creí que lo hacía por modestia y hoy he comprobado que lo hizo por realismo político".
TOROS Y TEATRO
Montoro subió a la tribuna después de una cerrada ovación, con la mitad del hemiciclo (el tendido socialista) en pie ante Zapatero.
Antes, el ministro de Hacienda había recibido n su escaño los consejos de Rodrigo Rato, Federico Trillo y Angel Acebes, que se acercaron al titular de Hacienda para apoyarle en su defensa del presupuesto frente a Zapatero.
Montoro empezó comparando a Sevilla con un toro "sobrero", apartado de la arena para que salga otro mejor, y a Zapatero con el torero espontáneo que dice "dejármelo a mí".
Luego, mezcló los terminos taurinos con los teatrales y contestó a Zapatero que, en su exposición, "le ha sobrado teatralidad y ha tenido una falta notoia de contenidos".
EL PSOE Y LOS IMPUESTOS
Montoro rebatió los argumentos de Zapatero y aseguró que la política económica del PSOE se basa en "gasto, gasto y gasto", lo que supondría para las arcas públicas un sobrecoste de más de 45.800 millones de euros y provocaría una subida de impuestos.
Criticó los problemas de Zapatero para entender los términos económicos y aseguró que confunde asuntos como el PIB y el IPC y le recordó que el debate de esta tarde era sobre presupuestos, y no sobre otrosasuntos de actualidad.
Ya en la segunda vuelta de intervenciones, Zapatero y Montoro, se regalaron algunos calificativos. El titular de Hacienda le pidió que "no se vistiera con piel de cordero", cuando lo que quería era hacer retroceder a España a niveles económicos de 1995.
Zapatero se burló de que el Gobierno se vanaglorie de que España es la quinta economía más estable del mundo y tenga que pedir alquilado un tanque (un "leopard") para el desfile del Día de las Fuerzas Armadas.
BORRELL Y GIENEZ REYNA
En la confrontación entre Montoro y Zapatero no faltaron tampoco trapos sucios que echarse en cara. El ministro de Hacienda recomendó al líder del PSOE "un poquito más de pudor" a la hora de realizar planteamientos del pasado, y le recordó la dimisión de quien fuera candidato a la Presidencia del Gobierno, Josep Borrell.
Rodríguez Zapatero respondió a Montoro que "piense" antes de hablar, pues Borrell renunció "con dignidad" por las irregularidades de sus asesores, mientras que el respnsable de Hacienda tuvo a Enrique Giménez-Reyna como secretario de Estado y "usted sigue aquí".
(SERVIMEDIA)
22 Oct 2002
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