Iturgaiz replicó así las palabras de Arzalluz, quien acusó al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, de cometer una "inmoralidad" con los presos de ETA y anunció que el PNV piensa recurrir en Estrasburgo la dispersión de presos etarras.

"Estas declaraciones están dentro de la verborrea de fines de semana a la que nos tiene acostumbrados el señor Arzalluz", dijo Iturgaiz, quien agregó que el presidente del PNV hace gal una vez más de sus "habituales salidas de tono" y demuestra de nuevo que "no sabe cuál es la ley penitenciaria".

El dirigente popular señaló que el hecho de que se haya acercado ya a 57 presos vascos a cárceles próximas a Euskadi prueba que la política penitenciaria del Ministerio del Interior no es inmovilista. "Es una política individual, estudiando caso por caso", recordó.

Pidió a Arzalluz que deje de llevarse las "manos a la cabeza" cuando hay atentados y de salirse luego "por peteneras", amnzanado con acudir al Tribunal de Estrasburgo.

Asimismo, le aconsejó que diga claramente, "por el bien de todo el País Vasco", si está con un Gobierno democrático o con los postulados de HB, como da a entender con "guiños" a la política penitenciaria de reagrupamiento generalizado diseñada por la coalición "abertzale".

Para Iturgaiz, Arzalluz tiene que aprender que los únicos inmorales son quiene aprietan el gatillo en cada atentado. "Es que parece que los buenos de la películas son ETA y Herri Btasuna, cuando son los responsables de lo que está sucediendo en el País Vasco", dijo.

Por su parte, el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, respondió a la acusación del líder peneuvista señalando que "algunos ya le conocemos y sabemos que estas salidas de tono forman parte de su carácter. Son cosas de Arzallus y en ese terreno no nos coge desprevenidos".

Mayor Oreja expresó su sorpresa al comprobar que el PNV ya no se cuestiona la legalidad, sino hasta la moralidad, de la política penitenciaia del Gobierno. Dio a entender que eso es contradictorio con la posición defendida "hace pocos años" por Arzalluz cuando decía que, no ya el acercamiento selectivo que ahora practica el Ministerio del Interior, sino la política de dispersión de presos de ETA "era perfectamente compatible con los derechos humanos".