La liberación del preso, prevista para las siete de la tarde, se producirá tras la lectura del acuerdo del Consejo de Minitros y la firma por parte de las autoridades de Instituciones Penitenciarias y Ministerio de Justicia, así como del reo, de la orden.

Rafael Ortiz Aragonés, de 26 años, cumple una condena de un año de prisión por un robo de pequeña cuantía que cometió en 1984. Por aquel entonces, Ortiz Aragonés era adicto a las llamadas drogas duras, fundamentalmente heroína y cocaína.

Meses después del hurto, fue detenido, si bien el juicio no se celebró hasta 1987, en el que fue dictada la sentencia que ahora cmple.

No obstante, el ahora indultado logró dilatar su entrada en prisión, al presentar sendos recursos al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y al Supremo, aunque la sentencia de ambos fue condenatoria, por lo que hace dos meses ingresió en la cárcel de Málaga para cumplirla.

Rafael Ortiz, que antes de su ingreso en prisión trabajaba como pintor, está totalmente rehabilitado de las drogas y, al conocer su indulto, manifestó que no le sorprendía su liberación "porque estaba seguro de mi incencia".

El ritual de la excarcelación del preso indica que debe acompañar, ataviado con un traje de penitente y con el rostro cubierto, a la imagen de Jesús "El Rico" a lo largo de su recorrido procesional.

La liberación de un preso por parte de la cofradía de Jesús "El Rico" cada Semana Santa es una tradición que data desde el reinado de Carlos III.

En 1759, una epidemia de peste asoló a buena parte de España, dejándose sentir de forma especial en Málaga, ciudad en la que el número de mueres por la enfermedad diezmó a la población.

Tal epidemia impidió la celebración de las procesiones de Semana Santa. Los presos de la cárcel de Málaga, al conocer la imposibilidad de procesionar a Jesús "El Rico", imagen que contaba con una enorme devoción en la penitenciaría, solicitaron al alcaide el permiso para salir de la prisión y realizar la estación de penitencia por las calles. El aislamiento de la prisión evitó que los presos sufrieran los efectos de la peste.

La negativa del director de penal provocó un motín de los presos, que abandonaron masivamente las celdas para portar sobre sus hombros las andas de Jesús "El Rico".

Cuentan la historia y la leyenda que todos los presos volvieron a sus celdas, una vez realizada la estación de penitencia, y la epidemia de peste remitió desde aquel día.

Carlos III, muy impresionado con el comportamiento de los reclusos, que no aprovecharon el motín para huir, concedió esa medida de gracia vitalicia, que tan sólo se ha visto interrumpida durane el Sexenio revolucionario y la guerra civil.

Los trámites para la liberación del preso comienzan varios meses antes a la Semana Santa, al proponer el director de la cárcel de Málaga a la Audiencia Provincial los nombres de diez presos, cuyas características sociales y comportamiento en el centro penitenciario sean modélicos.

La Audiencia estudia la situación legal de cada uno de los diez presos seleccionados y remite a tres de ellos al Ministerio de Justicia, que es quien propone el definitivo n el Consejo de Ministros.