Solans es el primer presidente de un club de fútbol que comparece en la Cámara Alta. Esta comparecencia fue solicitada por la Comisión Especial de estudio para erradicar el racismo y la xenofobia del deporte español.

Tras reconocer que hay violencia física y verbal "criticable y rechazable" en todo lo que supone un espectáculo público como es el fútbol profesional, Solans subrayó en cambio que "no existe racismo ni xenofobia".

El presidente del Real Zaragoza, en su comparecencia ante los senadores, relató la actuación del club tras los insultos racistas y xenófobos sufridos por el jugador del Barcelona Samuel Eto'o, hace unas jornadas en un partido en La Romareda,y explicó que el club pidió públicamente disculpas e instó a los socios y seguidores a denunciar actitudes concretas de tipo racista y xenófobo. Asimismo apuntó que, aunque esos sucesos no pueden calificarse como anecdóticos, sí forman "parte del espectáculo".

"La afición zaragocista no es racista y la comunidad autonóma de Aragón tampoco lo es", aseveró, y pidió a la sociedad española que por unos hechos aislados no se les considere como "instigadores del racismo". Además, puso como ejemplo que "en nuestra entidad tenemos jugadores y empleados negros y no pasa nada"

El presidente del Zaragoza se quejó de que las sanciones por hechos de grupos o personas aisladas recaigan en el club y apostó por utilizar medidas policiales que erradiquen la violencia verbal y física en los estadios.

Asimismo, pidió la colaboración de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para combatir a los grupos ultras y apostó por no otorgar ni un ápice de permisividad a estos colectivos por parte de los clubes, aunque pronosticó que va a ser difícil acabar con ellos.

Finalmente, el presidente del Zaragoza abogó por atajar los problemas desde el inicio, con medidas educativas desde el ámbito escolar y universitario, que es, a su juicio, donde hay que incidir porque la juventud acude cada vez más a los campos de fútbol y porque los chavales son los adultos del futuro.