Durante su intervención en la apertura de la Conferencia Interparlamentaria sobre Estabilidad, Coordinación Económica y Gobernanza en la UE, en el marco de la presidencia de turno del Consejo Europeo, Pedro Rollán consideró que la UE debe seguir aspirando a ser cada vez más integradora, unida y amplia con el fin de fortalecerse frente a bloques y países, además de superar amenazas y debilidades.

En esta línea, recordó los grandes retos, oportunidades y necesidades que deben guiar la reforma del marco de gobernanza económica europea. Es una reforma “insoslayable”, dijo, para mejorar la eficacia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento con respuestas políticas capaces de hacer frente y adaptarse a las condiciones del entorno global, tales como las derivadas de la invasión de Ucrania por parte de Rusia o el ataque de Hamás a Israel.

Asimismo, el presidente del Senado señaló las tensiones geopolíticas que se suman a los grandes desafíos planteados por la transición ecológica o la disrupción digital, que requieren de políticas presupuestarias que no pierdan de vista los valores de referencia de déficit y deuda establecidos por el Tratado de la Unión, así como una inversión y apuesta decidida por los sectores estratégicos.

Rollán destacó las nuevas normas de gobernanza propuestas este año por la Comisión con el objetivo de preservar la sostenibilidad de la deuda pública como eje de las políticas fiscales y el impulso de las reformas y las inversiones estratégicas dirigidas a estimular un crecimiento económico inclusivo.

NUEVAS TECNOLOGÍAS

En otro orden de cosas, el presidente de la Cámara Alta apuntó a los nuevos retos a los que los países europeos tendrán que enfrentarse en los próximos años, sobre todo relacionados con el avance de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial o el ‘big data’.

Además, abogó por una Administración cada vez más ágil y sencilla dentro del marco de la seguridad jurídica, que potencie nuevas inversiones.

Por último, advirtió del complejo desafío que supone compaginar la apertura al mundo de la Unión con la defensa frente a las amenazas que pueden perjudicar su autonomía estratégica o su condición de actor global con capacidad de influencia política y de competitividad económica.