EL PRESIDENTE DE LA PATRONAL GUIPUZCOANA CREE QUE HARIAN FALTA SEIS AÑOS PARA QUE ETA MONTE UNA NUEVA RED E EXTORSION DE RELIEVE
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El presidente de la Asociación de Empresarios de Guipúzcoa (Adegui), Tomás Ariceta, estima que es difícil que ETA pueda organizar un nuevo grupo de extorsión a industriales ya que "los medios con los que contaban se han debilitado mucho" y cree que harían falta, al menos, seis años "para montar una nueva red que tuviera algún relieve ya que "requiere colaboradores con más preparación".
Ariceta, en una entrevista publicada hoy por "El Crreo Español- El Pueblo Vasco", mostró su satisfacción por la desarticulación de la red de extorsión de la banda terrorista ETA y afirma que, aunque es un avance importante para los empresarios vascos "la tranquilidad aún no es total. Existe un poso de preocupación y miedo, pero es muy relativo y existirá en la medida que ETA y sus cómplices de HB muestren un cierto apoyo social que es necesario erradicar".
El presidente de Adegui y consejero-delegado de Ibermática, afirmó que "el que vota a esas opcines (HB) es cómplice y responsable de los actos criminales de ETA, desde el punto de vista moral. Esa gente tendrá problemas éticos dentro de unos años".
Tomás Ariceta calificó de "intolerable" que "algunos ciudadanos de Euskadi, que están en una situación económica y social importante, estén apoyando a ETA". Asimismo, manifestó que "existe mucho resentido social que se aprobecha de los jóvenes y les vende cuatro ideales utilizando la situación de crisis y paro actual".
En cuanto al núcleo de accón de la banda terrorista, el representante de Adegui, piensa que "hay gente de poco nivel y experiencia vital y, desde luego no hay mucha reflexión profunda. Existe una corrupción moral tremenda porque se sigue haciendo lo mismo que antes. Piensan que la sociedada no ha cambiado y realmente sufren una contaminación histórica muy grande, Eso hace que algunas personas que están metidas en el entramado, estén cogidas en un entorno mafioso".
Ariceta, a pesar de no reconocer que ETA le hubiera exigido en ingún momento el pago del impuesto revolucionario, sí negó contundentemente haberlo pagado. "He sido contundente conmigo e incluso con algún familiar. No sólo no he pagado, sino que lo he tenido clarísimo". "Me ha tocado vivir situaciones dificilísimas y, a pesar de todo creo que no se puede pagar", añadió el industrial.
(SERVIMEDIA)
13 Ago 1993
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